Luces de estudio, varias cámaras transmitiendo en vivo y pastores que asesoran a los fieles en un chat: las iglesias evangélicas de Sao Paulo intentan reinventarse durante la pandemia, en momentos en que la distancia social se ha vuelto imprescindible.
Hasta esta semana, la iglesia Edificando em Cristo, en la zona norte de Sao Paulo, mantuvo sus actividades exclusivamente por internet, transmitiendo sus ceremonias por YouTube para una audiencia de dos mil fieles.
El miércoles realizaron la primera “prueba” de regreso a los cultos presenciales con sólo 40 fieles, en un auditorio donde caben 750. Además de usar máscara y mantener distancia entre sí, los creyentes pasaron por un test de temperatura y se lavaron las manos con alcohol en gel al entrar.
Vamos a tener que adaptarnos a esta ‘nueva normalidad’ durante un tiempo”, dijo el pastor Fernando Carvalho, tras conducir la ceremonia, que estuvo animada por una banda de rock góspel.
“Hoy fue el primer día, siento que las personas todavía están un poco tensas, no se sienten totalmente a gusto, pero la mayoría tenía muchas ganas de volver”, añade el líder de esta iglesia.
Brasil tiene más de 42 millones de evangélicos (22% de la población) en 2010, año del último censo. Pero encuestas más recientes indican que ese porcentaje ronda el 30 por ciento.
Salvo un breve período en que estuvieron suspendidas por orden judicial, los cultos estuvieron permitidos durante la pandemia en Sao Paulo, estado que acumula el mayor número de muertes (16.788) y contagios (341.365) por coronavirus en todo Brasil.
A la estudiante de Derecho Fabiana Andrade le emocionó el regreso. “Lloré bastante, extrañaba mucho las alabanzas, estar en la iglesia. Aunque no dé para conversar con las personas, ya pude sentir un poco el gusto de volver”, cuenta.
La iglesia Edificando en Cristo sólo recibirá al público en sus cultos de miércoles y domingo. El resto de las ceremonias, cursos y reuniones seguirán realizándose de forma remota.