Código de Prácticas

21 de Noviembre de 2024

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Eje Central presenta su Código de Prácticas como un compromiso con su audiencia en el que mostramos los parámetros técnicos, en un marco de ética periodística, que rigen nuestro trabajo cotidiano bajo la premisa de que toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna que sea de interés público. Este código pone en práctica el sentido común, y su aplicación pretende mejorar la calidad de la información y garantizar la seguridad de nuestro equipo editorial.

  • Compromiso. El único compromiso que tenemos es con la verdad.
  • Honestidad y balance. Cada información que se presenta no debe engañar a quien la lea, escuche o vea, y si hay datos en el texto que se contraponen o son contradictorios, deben ser incorporados para mostrar el contraste, la divergencia y diversidad de opiniones, que nos permita balancear la información y dar espacio al derecho de réplica. 
  • Conflicto de interés. Debe evitar incurrir en un conflicto de interés, e incluso, de aquello que lo pueda parecer.
  • Precisión. Los datos deben ser verificados. Los nombres, títulos, edades, horas y números de todo tipo deben ser exactos. Toda nota debe tener acreditada una fuente de información, salvo cuando se trate de un marco que sirva para contextualizar. En casos de información que consideremos delicada, debe haber una fuente adicional que confirme.
  • Derechos humanos. La difusión de información debe ponderar el respeto y protección de los derechos humanos.
  • Protección de Datos. Como lo plantea el espíritu de la norma, asumimos la protección de datos personales como un derecho humano y esencialmente como la protección de la dignidad humana. En cada caso valoramos -atendiendo las resoluciones de la Suprema Corte y de los organismos internacionales de derechos humanos- cuando entra en conflicto con otros derechos como el de libertad de expresión, de acceso a la información y libertad de prensa, particularmente en el caso de servidores públicos.
  • Prohibido. No se pueden utilizar frases y materiales que discriminen, ni que fomenten el discurso de odio. La protección a la dignidad de las personas es una prioridad. Tampoco se difundirá información que genere temor o altere el orden. Tampoco se hará apología de la violencia ni con las imágenes ni con el lenguaje.
  • Mensajes criminales. Ante el fenómeno de las llamadas narco mantas o mensajes escritos por criminales, nosotros no los difundimos. Los referimos de manera general en las informaciones, cuando tengan relevancia. En todo caso, tomamos nota de sus contenidos y verificamos lo que ahí denuncian.
  • Satisfacción. Nos alejaremos de la declaración y la retórica, porque para nosotros el hecho es lo relevante. La información debe ser significativa y contener detalles que la enriquezcan.
  • Fuentes de información. La calidad de las fuentes de información es fundamental en nuestros contenidos. Deben ser fuentes que tengan representatividad o autoridad para hablar sobre el tema buscado. Con las fuentes se debe establecer una relación seria y profesional, con reglas claras de respeto y seriedad, sin importar el peso específico que cada una tenga.
  • Explicar y conversar con el lector. Los datos y los detalles son importantes, pero no se debe exagerar. La saturación desinforma, no informa. No escribimos para personas altamente informadas, si no para el público universal. Hay que explicar y ser claro. La sencillez no es superficial.
  • Fuentes anónimas. Tenemos el legítimo derecho de proteger la identidad de nuestras fuentes. Sólo se utilizan aquellas que tengan representatividad. Nunca se citarán aquellas que sean ambiguas, que emitan un juicio de valor o denuncias. Sólo se usan aquellas que aportan información complementaria o explicación de los hechos. 
  • Documentos. Todos aquellos documentos que no sean difundidos de manera oficial y pública, requieren de verificación. Nunca se les toma como materia prima y se publican sin comprobar su veracidad, sin contextualizar y, en el caso donde se hacen valoraciones o imputaciones a una o más personas, se les busca para que puedan ofrecer sus puntos de vista y/o réplicas en el mismo trabajo.
  • Contexto. El lector debe tener a su alcance la manera en la que se relaciona la información, por qué sucede, lo que significa y cuáles son sus consecuencias. Hay que mostrar si lo que se informa es un hecho aislado o si forma parte de una tendencia o patrón. 
  • De las imágenes. La difusión de imágenes violentas o de sangre tiene que analizarse casuísticamente para determinar si el publicarlas envía el mensaje correcto de que las acciones por fuera de la ley tienen consecuencias, a fin de evitar en todo momento la apología de la violencia. 
  • Minimizar el daño. Cuando hay personas ajenas a la delincuencia o de quienes la combaten involucradas en esas escenas violentas, siempre hay que minimizar el daño y colocarse en el lugar de los familiares de las víctimas antes de tomar la decisión de publicar. No deberemos publicar imágenes de personas afectadas en daños colaterales.
  • Cuidar las instituciones. No publicaremos imágenes violentas, muertos o heridos, de autoridades, policías o militares.
  • Casos de excepción. La difusión de imágenes violentas sólo se harán públicas porque la información e impacto que tienen las convierten de interés público, por su magnitud o por lo inédito del caso. En el caso excepcional que por esas razones se tome la decisión de publicar imágenes de personas ajenas a esos eventos, se harán en blanco y negro.
  • Brevedad. Deberán colocarse dos ideas como máximo por párrafo y se procurará un máximo de tres líneas por cada párrafo.
  • Energía. Escribir de forma atractiva, simple, utilizando los verbos más apropiados al significado y la voz de la información.
  • Citas textuales. Las citas deben ser completas y guardar la intención y el significado de quien lo dice. Se usan para reforzar un párrafo, aportando datos o explicación. No se abusa de ellas, pues cansan y anulan el propósito buscado. 
  • Cuidado del lenguaje. Se debe evitar el lenguaje frívolo; eliminar las palabras obscenas y el lenguaje de los criminales. Evitar el vocabulario especializado o términos técnicos, las palabras o frases extranjeras que no aportan al lector; así como las abreviaciones que hacen inentendibles los textos. 
  • Seguridad. La seguridad de quienes integramos Eje Central es una prioridad y por ello deben respetarse los protocolos de seguridad, establecidos en el manual sobre seguridad.