La gente que antes de la pandemia veía historias en las que ocurren grandes catástrofes o los zombies se apoderan de la Tierra resultó estar mejor preparada para la pandemia actual que quienes disfrutan de otro tipo de historias.
Aunque pueda parecer un invento sin bases, lo anterior es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania (Penn State) publicado en la revista Personality and Individual Differences, que, sin ser una de las líderes en el campo de la psicología, no está mal ranqueada.
El líder de esta investigación, John Johnson, es un profesor emérito de Penn State que admitió en una entrevista que “ahora que estoy jubilado, tengo todo el tiempo del mundo y la libertad de elegir cualquier tipo de proyecto de investigación que me parezca realmente interesante”.
Así que decidió apoyar a un estudiante graduado en desarrollo humano y biología de la Universidad de Chicago, Coltan Scrivner, e incluso “contacté a dos investigadores daneses que eran expertos en el horror, Mathias Clausen y Jens Kjeldgaard-Christiansen, para ver si colaborarían con él”.
›Tras aplicar cuestionarios a 310 personas escogidas aleatoriamente, “descubrimos que los fanáticos de las películas de terror exhibieron una mayor capacidad de recuperación durante la pandemia y que los fanáticos de los géneros ‘de preparación’ (películas de invasión extraterrestre, apocalípticas y de zombies) exhibieron una mayor capacidad de recuperación y preparación”, escribieron los investigadores en su reporte.
Los autores de la investigación también encontraron que la curiosidad mórbida “se asoció con una resiliencia positiva” durante la pandemia y concluyeron que este tipo de ficciones “permite al público practicar estrategias de afrontamiento efectivas que pueden ser beneficiosas en situaciones del mundo real”.
“Para mí, estos resultados representan un mensaje aún más importante sobre las historias en general, ya sea en libros, películas u obras de teatro. Las historias no son sólo entretenimiento, sino preparación para la vida”, concluyó Johnson.