'Hacemos cola para morir': el agotamiento del personal sanitario en Sudáfrica

28 de Noviembre de 2024

‘Hacemos cola para morir': el agotamiento del personal sanitario en Sudáfrica

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Pobladores de una de las regiones más pobres sufren el embate de la nueva cepa de Covid; se desconoce el número real de muertos

“Cada semana perdemos a una colega”, confiesa Nthabeleng, una joven enfermera en una zona rural de Sudáfrica. “Es como hacer cola para morir, esperamos nuestro turno”.

Las camas de los servicios de cuidados intensivos siguen ocupadas y las condiciones de trabajo son temibles, testimonian numerosos miembros del personal sanitario, a pesar del silencio mediático impuesto por las autoridades que niegan todo acceso a los hospitales.

A pesar de las estrictas instrucciones de evitar a los periodistas, algunos quieren contar el infierno que viven, entre la afluencia de pacientes, la falta de material de protección y la muerte omnipresente.

Secuencias de trabajo de 12 horas y pacientes asustados por tranquilizar y con quienes es necesario desmontar los prejuicios y rumores conspirativos que rodean la enfermedad, refiere la agencia AFP.

Nthabeleng, madre de familia de 28 años, una de las tres enfermeras de la clínica de Limpopo (una de las regiones más pobres del país), está estresada y tiene tanto miedo de contraer el virus como de transmitirlo. “Cuando salgo del servicio Covid-19, me quito todo el equipo de protección en el patio detrás de la clínica. Luego, regreso y me ocupo de otros pacientes que tengo que tocar, entre ellos mujeres embarazadas”, cuenta con voz temblorosa.

El país más afectado de África por la pandemia del coronavirus atraviesa una segunda agravada por una cepa particularmente contagiosa.

Perdimos la cuenta

La mayoría de los pacientes deben presentarse primero en su clínica local para someterse a pruebas antes de ser ingresados en el hospital. La falta de personal obliga al personal de salud a pasar del “servicio Covid” a “servicios no Covid”.

“Nos infectamos y luego infectamos a los pacientes, los pacientes se van e infectan a otros, y también infectamos a nuestras familias”, resume un enfermero, de 27 años, que pidió el anonimato.

Según el Sindicato de Educación Nacional y Salud (NEHAWU, por sus siglas en en inglés), la cifra oficial de 18 enfermeros muertos por Covid-19 en la provincia de Limpopo es engañosa. “Las cifras reales son más importantes”, dice su portavoz regional Jacob Adams.

El sindicato de enfermeros YINTU explica que las cifras oficiales son “absolutamente incorrectas (...) Creo que en un momento dado se perdió la cuenta”, confió a la agencia AFP su presidente Lerato Mthunzi. “Los muertos no fueron sustituidos, las enfermeras que estaban desempleadas siguen desempleadas”, lamenta, y pide a las autoridades que cubran los puestos vacantes.