El rudo paso de la discoteca al estadio

1 de Febrero de 2025

El rudo paso de la discoteca al estadio

Los DJ de Brasil se enfrentan al reto de elegir el ambiente sonoro ideal para continuar o deshacer la magia en los 
partidos de futbol

Promos_161_11

“El desafío es acertar con las reacciones”, explica Franklim Scheleger, el DJ que le pone “sonido” a los partidos del Fluminense en el estadio de Maracaná desde que el futbol brasileño se juega sin público, a causa de la pandemia del coronavirus.

Scheleger, de 29 años, actuaba como DJ en algunos eventos del club de Río de Janeiro y recibió la invitación para “sustituir” a la afición tricolor en los partidos en casa. “Me siento muy honrado por (estar) representando a la afición del equipo de mi corazón, es una sensación increíble, indescriptible”, explicó a la agencia francesa de noticias, AFP.

Sin la famosa “torcida”, los clubes brasileños apostaron por los DJ para ambientar sus partidos como locales.

En el caso del Palmeiras, la tarea le corresponde a Marcos Costi, de 38 años, speaker oficial del equipo de Sao Paulo.

Para él, compaginar esa labor con la de DJ “fue algo natural”.

“En Europa, donde el futbol empezó antes, comenzaron a poner música electrónica, mecánica para minimizar la falta de música orgánica de la afición. Era algo ya medio esperado” que lo mismo se hiciera en otros países, afirma.

El famoso apoyo de “la 12” recae ahora en los DJ y en el volumen usado en los partidos.

“Cuando el Palmeiras ataca, aumento el volumen. En la tanda de penales de la final del Campeonato Paulista contra el Corinthians, cuando los rivales iban a rematar, subía el volumen para molestar de alguna forma”, confiesa Costi al referirse a ese encuentro jugado el mes pasado, que terminó con victoria del ‘Verdao’ desde los 11 metros.

Ambos DJ destacan que ser hinchas del club que representan facilita las cosas a la hora de elegir el ambiente sonoro.

Costi revela que trabaja con “quince tipos de sonidos, sin silbidos”, que fueron captados por la televisión oficial del club.

Para el DJ de Fluminense, es una alegría inmensa “llevar este apoyo a los jugadores y ser la voz de miles de personas”, en tanto que para su homólogo palmeirense la sensación es una mezcla de alegría y tristeza.

“En mi cabeza es muy confuso, me siento un privilegiado por ser el único aficionado en el estadio, pero también es triste, porque un estadio sin afición es de las cosas más tristes que pueden existir. Hay un vacío enorme, una mezcla entre la alegría de estar allá y la tristeza”, analiza.

Costi admite que en alguna ocasión exageró con el volumen.

“Una vez el propio club me pidió bajar el sonido, porque estaba dificultando las orientaciones del técnico a los jugadores”, pero destaca que busca ser original, sin fijarse en lo que hacen los demás DJ.

ES DE INTERÉS |

https://www.ejecentral.com.mx/zona-cero-gatos-mutantes-salvan-la-casa-de-hemingway/