Zona Cero | "Debemos dar tranquilidad, pero no demasiada”

8 de Octubre de 2024

Zona Cero | “Debemos dar tranquilidad, pero no demasiada”

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Ilustración: EjeCentral

Axel Hirwe, de 29 años, es un interno en anestesia-cuidados intensivos del Hospital Argenteuil, un suburbio de París

A las 08:30 horas, Axel Hirwe comienza sus 24 horas de guardia. Con bata y cubrezapatos se dirige al servicio de cuidados intensivos. Repentinamente suena la alarma: hay un paciente en paro cardíaco. Interviene. El enfermo recupera el pulso, pero su cerebro está muy dañado. No sobrevivirá.

El joven encaja el golpe. “Desgraciadamente o afortunadamente, nos encariñamos con los pacientes. Lo hemos visto en ventilación espontánea, es decir, que respiraba por sí mismo, que podía comunicarse con nosotros. Así que hemos podido hablar con él, conocer su estilo de vida. (...) Tras un agotamiento respiratorio, tuvimos que ponerlo bajo ventilación mecánica. Después de haber conocido al paciente es muy difícil asumir que finalmente va a morir”.

Hay 40 pacientes graves en esta unidad. Axel Hirwe, con sus pequeñas gafas redondas, pasa a otro caso. Hay que colocar a un hombre sobre el vientre, para mejorar su respiración. Hay cinco personas movilizadas. “Transcurrió lo mejor posible”.

También están las llamadas de los familiares. “Está mejor que los días anteriores, pero todavía sigue en una situación grave”, dice por teléfono. “Debemos tranquilizarlos, pero no demasiado, porque siguen en un estado grave: están en cuidados intensivos, intubados. Pero a veces necesitan un poco de esperanza”.

Después de la guardia, de vuelta a casa a Clichy, a unos 10 kilómetros del hospital, Axel intenta relajarse sin hablar de medicina con sus cinco compañeros de piso. Y llama a su madre. “Está muy preocupada, intento tranquilizarla”, dice. Desde el otro extremo de la línea telefónica, ella le hace escuchar los aplausos al personal de salud.