Zona Cero | “Anotarle un gol al coronavirus”
“Hace unas semanas mi jefe me pasó del área donde no hay infectados a un piso donde es obligatorio usar una bata, cubrebocas y careta. Yo sacudo todos los días las camas, mamparas, lavo los baños y trapeo, ¡Al chile sí me da miedo!
Gari juega en la línea defensiva contra el coronavirus, es lo que se conoce como el líbero del equipo, el último jugador que cuida al portero para que no le anoten gol y en una de esas comete faltas que pueden provocar la tarjeta roja.
Desde hace dos años trabaja como personal de limpieza del hospital de Texcoco, Estado de México, y cada semana juega futbol en la liga de Ixtapaluca. Dice que las próximas semanas serán como “una final que tenemos que ganar a huevo”, aunque enojado acepta que hasta el momento el rival está ganando cinco goles a cero, y no por culpa del portero.
“Todos los días, cuenta, entro a trabajar a las 06:00 am, de ahí me voy con mis compas a la jaula que es el lugar conde nuestros jefes nos indican en qué zona trabajaremos. Hace unas semanas mi jefe me pasó del área donde no hay infectados, a un piso donde es obligatorio usar una bata, cubre bocas y careta. Yo sacudo todos los días las camas, mamparas, lavo los baños y trapeo, ¡Al chile sí me da miedo!, una vez un ruco así de huevos, empezó a escupir con el fin de contagiarnos el culero”.
Gari es el líder de la defensa central de su equipo, y aunque no es paraguayo, tiene el porte del exjugador de los Diablos Rojos del Toluca, Paulo César Da Silva. Barrer y trapear los cuartos de los enfermos de coronavirus por el momento es su principal reto. Pero con una sonrisa que comunica a través de su voz asegura que su principal sueño es regresar a jugar futbol y ser campeón con “el Ixtapaluca”. Se nota que es su pasión.
Cuenta que al regresar a su casa se quita la ropa y la lava con “un chingo de cloro”, pero en el camino se ha vuelto normal que “los vecinos me ven con ojos de verga y se alejan. En cambio, mis hijos y mi esposa me reciben despiertos y con una sonrisa”.
En especial en estos tiempos, para él todos los días en su trabajo serán como una final y le pide a las personas que lean este texto que no duden que al menos él, como cada domingo, no dejará de barrerse y trapear “en cada jugada, y en cada tiro de esquina, tiro libre o contra golpe atacaré para anotarle un gol al pinche coronavirus”.