Una nueva investigación de científicos franceses ha confirmado que el virus del Zika, sospechoso de causar malformaciones cerebrales congénitas, puede también desencadenar la enfermedad paralizante de Guillain-Barré.
El sitio de noticias británicas Sky News reveló que los médicos colombianos habían encontrado el virus en cinco pacientes con la enfermedad neurológica.
Ahora los científicos del Instituto Pasteur en Francia han analizado un brote Zika en la Polinesia francesa en 2013 y 2014 y encontraron que los pacientes se encuentran en un mayor riesgo de contraer el síndrome de Guillain-Barré (GBS).
El síndrome es causado por una respuesta inmune anormal a una infección, lo que resulta en daño a los nervios y parálisis.
El profesor Arnaud Fontanet, investigador principal, señaló a Sky News que esta condición podría ser un enorme desafío para los países con sistemas de salud limitados en el sur y centro de América Latina.
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Los investigadores calculan, según el estudio publicado en la revista médica The Lancet, que 24 de cada 100 mil personas infectadas con el virus del Zika van a desarrollar el síndrome de Guillain-Barre.
"Ésta es la primera prueba de que el zika puede causar el síndrome de Guillain-Barre”, concluye el estudio.
En los países ricos, el GBS es letal en un cinco por ciento de los casos. Una de cada 20 personas afectadas presenta trastornos duraderos.
El síndrome -que también puede ser provocado por infecciones bacterianas o por el virus del dengue o el de la chikunguña- provoca debilidad muscular en piernas y brazos. Más de la cuarta parte de los pacientes requieren de cuidados intensivos.
Con 1.5 millones de casos de infecciones de zika ya registrados en Brasil y decenas de miles en los países vecinos, los investigadores advierten de que un brote de GBS podría poner a prueba los dispositivos sanitarios, especialmente en la periferia de las grandes ciudades.
“En las áreas afectadas por la epidemia de zika, tenemos que reflexionar sobre un refuerzo de las capacidades de cuidados intensivos”, dijo Fontanet, profesor de la Unidad de Epidemiología de Enfermedades Emergentes del Instituto Pasteur de París.
“Sabemos que cierto número de esos pacientes van a desarrollar GBS, y que un 30 por ciento necesitarán tratamiento intensivo, especialmente para la respiración artificial”, comentó.