Zaldívar, no soy yo... es él
Los problemas de credibilidad y respaldo para el ministro Arturo Zaldívar comenzaron con las formas en que se operó la ampliación de su mandato en la Corte y en cómo se quiso atajar la crisis, que no solo se ve, sino se respira
Los problemas de credibilidad y respaldo para el ministro Arturo Zaldívar comenzaron con las formas en que se operó la ampliación de su mandato en la Suprema Corte y en cómo se quiso atajar las crisis.
Dicen los que saben que la incomodidad dentro del Poder Judicial de la Federación no sólo se ve, sino se respira en muchas de las oficinas y en los círculos jurídicos más selectos, a los que don Arturo le gusta pertenecer.
Cuando los senadores incluyeron el famoso transitorio XIII en la reforma judicial, Zaldívar ni siquiera estuvo en la sesión de la Corte que debía presidir, así que no le creen que no estuviera enterado.
Cayó como balde de agua fría entre sus compañeros ministros enterarse por los medios de comunicación y luego leer que no sabía nada en un comunicado.
Un dato más: el equipo de don Arturo ha tratado de explicar en esta semana, en los mejores círculos de juristas lo que pasó, y el mismo don Arturo dentro de la judicatura, insistiendo, en resumen, que no sabía nada, y algo así como no soy yo… es él.