Desde que se supo de la renuncia de todos los integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, nos enteramos de que el evento no pasó inadvertido para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al parecer no ocultó su molestia cuando se enteró que dichas renuncias venían acompañadas de acusaciones públicas sobre presuntos malos tratos y manejos al interior de la institución.
Los bien enterados nos han hecho saber que, a pesar de su enojo, don Andrés Manuel fue persuadido para que se le permitiera a Rosario Piedra explicar que lo sucedido fue producto del enfrentamiento contra intereses conservadores que aparentemente afectaban el funcionamiento de la Comisión.
Así que hoy vale la pena preguntar: ¿se habrá sacado la espina la señora Piedra? Ya veremos.