Hay otro nombre que no hay que perder de vista, porque dicen los que saben será clave en la estrategia electoral y de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el de Diana Álvarez Maury, quien sin ninguna experiencia financiera, sólo en derecho electoral y en la academia, de ser subsecretaria en Gobernación se convirtió el miércoles, en la directora del Banco de Bienestar, uno de los más importantes proyectos presidenciales para la inclusión financiera de la población, pero sobre todo para la dispersión de los millonarios recursos de los programas sociales. Sólo para el contexto, doña Diana es muy cercana a Gerardo Ferrando, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.