Como niña con juguete nuevo, Xóchitl Gálvez brincó de emoción cuando las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) le entregaron el acuse de recibo a la solicitud para ser candidata a la Presidencia de la República por la coalición Fuerza y Corazón por México.
Pero de tierna infante, pronto se transformó en depredadora, al desafiar en reiteradas ocasiones al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la candidata de la alianza oficialista, Claudia Sheinbaum.
“Si es usted demócrata, usted debe estar preparado para su derrota”, le mandó decir al mandatario durante su registro oficial como candidata del bloque opositor de PAN, PRI y PRD.
Ante gritos de “¡Presidenta, Presidenta!”, Gálvez también se lanzó contra su adversaria, quien se habría referido como “falsos” e “hipócritas” a los ciudadanos que participaron en la movilización del domingo pasado en defensa de la democracia.
“No se puede un día citar la encíclica del papa Francisco sobre la fraternidad humana y a la semana siguiente apelar al rencor colectivo para impulsar un proyecto electoral. Eso, señora Sheinbaum, sí es una hipocresía”, soltó Gálvez durante su discurso en el auditorio del INE.
Dos relojes
El reloj marcaba las 10:50 cuando Xóchitl Gálvez llegó a bordo de su bicicleta a las instalaciones del INE; el reloj regresivo instalado en la explanada principal del instituto señalaba que faltan 102 días, 21 horas y 10 minutos para los comicios más grandes de la historia del país.
Los invitados al evento comenzaron a llegar a las 10:30 de la mañana. Bastantes panistas, algunos perredistas y muy pocos priistas ingresaron al recinto después pasar por los detectores de metales.
Una de las primeras en llegar fue la senadora Kenia López Rabadán, jefa de la oficina de la candidata presidencial. “México está a punto de terminar con esta pesadilla llamada Morena”, dijo la panista.
Minutos después arribó el priista Enrique de la Madrid, encargado de armar el proyecto de nación del bloque opositor. “La democracia no se defiende sola; los ciudadanos tenemos que defenderla frente a este mal gobierno”, expuso el exsecretario de Turismo al ingresar.
El discurso de Gálvez inició con una remembranza a Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda del actual gobierno federal y quien se había convertido en un acérrimo crítico de la gestión de López Obrador. Tras pedir un minuto de silencio por su reciente fallecimiento, Gálvez aseguró que “su honestidad lo hizo dejar el poder”.
Vestida con un traje sastre azul marino y una mascada rosa -que hizo sintonía con el color de las manifestaciones del domingo-, citó a uno de los mentores intelectuales y políticos de López Obrador, el poeta tabasqueño Carlos Pellicer, para destacar la necesidad de reconciliación en el país.
“La Patria necesita aquellos hombres y mujeres que le hagan ver la tarde sin odios ni tristezas. Hay tanto y lo que hay es para pocos; se olvida que la patria es para todos. El recuerdo de hombres y mujeres de otros días nos compromete para ser mejores”, leyó Gálvez.
Y en este ánimo de recordar el pasado, la candidata citó a un perredista al que López Obrador respetaba, el periodista y exconsejero electoral, Miguel Ángel Granados Chapa, quien dijo: “Yo quiero un México donde no sólo se pueda escuchar el monólogo del Tlatoani”, en alusión a las mañaneras presidenciales y a la falta de diálogo del mandatario con la oposición.
“Yo quiero un México”, siguió leyendo Gálvez, “donde la máxima tribuna política no use su voz para sembrar el odio y la discordia”, en referencia a las críticas que hace López Obrador contra su persona, la oposición, la prensa y aquellos que no concuerdan con su proyecto político.
12 minutos frontales
Xóchitl Gálvez estuvo acompañada de los presidentes del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejandro Cárdenas, y del PRD, Jesús Zambrano. También estuvieron presentes la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei; los consejeros electorales y una remachada estructura institucional.
Los documentos de Gálvez fueron recibidos por “encargados de despacho” de la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y de la Dirección Jurídica, ya que la falta de acuerdos al interior del Consejo General del INE ha impedido el nombramiento de los titulares.
Entre los asistentes estaban Santiago Creel, coordinador de campaña; Margarita Zavala, encargada de enlace con las organizaciones sociales; Santiago Taboada, candidato de la alianza opositora al gobierno de la Ciudad de México, y la legisladora Mariana Gómez del Campo. También acudieron los hijos de la candidata.
Durante su discurso de 12 minutos, Gálvez hizo eco de una de las exigencias de la movilización ciudadana del domingo pasado: frenar el intervencionismo del presidente López Obrador.
“Por respeto a su candidata, por respeto a la democracia y por respeto al pueblo, ¡saque ya las manos de esta elección, señor Presidente!”, exclamó la aspirante presidencial.
Con más alusiones al presidente López Obrador que a su rival Claudia Sheinbaum, Gálvez le reviró al mandatario una crítica que le hizo en su más reciente libro titulado ¡Gracias!
“Como nació en pueblo de Hidalgo, pensaron que su origen sería útil para ofrecer una supuesta imagen popular, cuando en realidad es ladina e igual de clasista y racista que los conservadores de mayor rango o nivel en la escala económica, social y política del país”, escribe López Obrador en su obra.
En respuesta, la candidata acusó que “en su último libro, en su esfuerzo por ofenderme, el Presidente se insulta a sí mismo y mancha su investidura utilizando el peor agravio con el que se puede agredir a una persona de origen indígena”.
El adjetivo “ladino”, según Gálvez, “lo utilizaban los conquistadores de manera racista y clasista contra los indígenas que buscaban superarse”.
Y vino entonces el enésimo desafío: “Que quede claro: soy orgullosamente mujer y soy orgullosamente indígena”, lo que desató los aplausos al interior del auditorio.
La voz de los dirigentes
De los tres dirigentes partidistas, el único que se escabulló por accesos restringidos fue Alejandro Cárdenas. Marko Cortés y Jesús Zambrano sí dieron la cara a los medios de comunicación.
El dirigente panista se refirió a los señalamientos de que la campaña presidencial de López Obrador en 2006 recibió financiamiento del crimen organizado.
“Hay fuertes indicios de que López Obrador tiene un pacto con el crimen organizado”, dijo Cortés, quien agregó que esa hipótesis se refuerza con el saludo del Presidente a la madre de Joaquín El Chapo Guzmán, y el respaldo criminal a los candidatos de Morena en las elecciones de 2021.
El líder panista también admitió que Xóchitl Gálvez no era la favorita del partido para ser la candidata presidencial, pero “en mercados, en plazas públicas y en las redes sociales, los mexicanos nos pedían que la postuláramos, lo que le incomodó al presidente López Obrador por ser una mujer de origen humilde y con una gran historia de superación”.
Para el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, el registro de Gálvez es un día “histórico” y celebró que la candidata sea “frontal y valiente” al cuestionar la gestión del presidente López Obrador.
Sobre las menciones de Xóchitl Gálvez a personajes que formaron parte del PRD, como Cuauhtémoc Cárdenas y Granados Chapa, Zambrano dijo que se trata de un reconocimiento al “legado histórico que nos dejaron personajes que han sido fundamentales en la construcción del andamiaje institucional y democrático que hoy tenemos”.
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