Más de dos megatones de TNT. De este tamaño es la amenaza nuclear recién descargada en el sur de Rusia, como parte de su ofensiva en Ucrania. La ojiva, que es decenas de veces más potente que la bomba nuclear lanzada en Hiroshima, no es la de mayor capacidad en poder de Rusia, pero según información del propio país, es suficiente para “destruir por completo objetivos particularmente importantes”.
De esta manera se vuelven a despertar los temores de una guerra nuclear en el mundo. Al respecto, el gobierno de Vladímir Putin argumentó que el despliegue es una respuesta al desarrollo estadounidense de una nueva generación de armas y su sistema de defensa antimisiles, que podrían penetrar fácilmente en el territorio ruso.
Asimismo, hay que detallar que el misil balístico intercontinental —que además posee un vehículo de planeo hipersónico— no necesariamente transporta una ojiva nuclear, ya que está capacitado para operar con cargas convencionales.
El vehículo planeador que fue bautizado con el nombre de “Avangard”, fue originalmente presentado en marzo de 2018, y puede maniobrar velozmente a velocidades de hasta 27 veces la velocidad del sonido. Según lo mostrado por el canal de televisión Zvezda —propiedad del Ministerio de Defensa ruso—, el sistema fue trasladado a la región de Orenburg, cerca de Kazajstán.
A pocas semanas de que la guerra en Ucrania entre en su segundo año, Rusia no ha parado de censurar y vigilar a sus ciudadanos. Este jueves, los servicios de seguridad rusos (FSB) afirmaron haber detenido a una exfuncionaria acusada de transferir dinero a Ucrania, que se enfrenta a 20 años de cárcel por “alta traición”.
También se condenó a siete años a la artista Alexandra Skochilenko, detenida en abril de 2022 por sustituir las etiquetas de precios en un supermercado por mensajes que denunciaban la ofensiva en Ucrania.
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