Desde el inicio de las campañas presidenciales en Brasil, analistas, medios de comunicación y actores políticos pronosticaron que Lula da Silva obtendría los votos suficientes para derrotar al ultraconservador Bolsonaro.
Por este motivo fue una sorpresa el 48% que obtuvo frente al actual Presidente, lo que originó la necesidad de una nueva ronda de votación que nadie vio venir.
Aunque las conclusiones pueden tomar algún tiempo, los analistas ahora barajan un conjunto de motivos, que van desde posibles problemas de diseño de las encuestas a migración de votos de último momento.
“Creemos que hubo un movimiento de decisiones a última hora, especialmente de votantes de Simone Tebet, Ciro Gomes, y de aquellos que estaban indecisos o que podrían votar en blanco o anular su voto”, especificó Luciana Chong, directora del Instituto Datafolha, a AFP.
La especialista detalló que una de las posibilidades es que pudo haberse presentado una migración de apoyo hacia Bolsonaro que pasó desapercibida por las agencias encuestadoras.
Se trata de una hipótesis que se reafirma con el hecho de que aún en vísperas de la elección, 13 % de los encuestados que declararon alguna intención de voto dijeron que todavía podían cambiar de opinión.
Otra posibilidad se encuentra en la ineficacia para medir las preferencias electorales en algunos de los sectores. Para la politóloga Mayra Goulart, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, existe un “apagón de información en Brasil” debido a la postergación del censo demográfico de 2020 causada por la pandemia.
Esto afecta la precisión de la muestra, especialmente en segmentos como el evangélico, que representa un 30% de los brasileños y es “un sector popular capaz de dar votos a la extrema derecha”, apunta Goulart.
Cabe destacar que los datos recabados también se vieron afectados por los propios actores políticos. AFP detalló que durante la campaña, algunos encuestadores de la empresa Datafolha fueron hostilizados por partidarios de Bolsonaro, y acusados de manipular la muestra en favor de la oposición.
Al respecto, Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del Presidente, anunció este lunes que juntará firmas para abrir una comisión parlamentaria que investigue a las empresas de sondeos de opinión por sus errores.
Con información de AFP
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