Los transportistas del país se encuentran detrás de sectores indispensables para el consumo de ciudadanos y diversas industrias, tan es así que durante el desarrollo de la pandemia se les nombró esenciales y vimos a las empresas dedicadas a la movilidad adoptar rápidos protocolos para salvaguardar la salud de sus trabajadores, mientras se mantenían como motor para el abastecimiento.
Sin embargo, a pesar del compromiso demostrado para que las cadenas de suministro prevalecieran sin interrupciones, las integrantes del ramo lucen en jaque frente al crecimiento como espuma de los costos de operación diaria, y por tanto, su pronto reflejo en los productos que llegan a manos del pueblo.
El más claro ejemplo se encuentra en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que preside Leopoldo Jiménez Melchi, donde las alzas al precio por litro de diésel han ido de 11.5 a 19.65 pesos solo de enero de 2021 a marzo de 2022. Pero eso no es todo, ya que además del aumento de 70%, junto con el subsidio de 100% al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), también se esfumó la posibilidad de realizar deducciones.
Sobre el combustible es necesario mencionar que representa más de 33% de los costos directos para las empresas, pero el anterior no es el único estímulo que se ha perdido debido a las recientes medidas del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Otro de ellos tiene que ver con las facilidades administrativas para comprobar gastos, puesto que el año pasado el monto se limitó a un millón de pesos, mientras que antes de esa fecha se tenía libertad plena para acceder a esta ayuda. Todo indica que las revisiones urgentes son en materia fiscal, por lo que haría falta un foro en que se conjunte a expertos, representantes del sector y autoridades como la Secretaría de Hacienda, de Rogelio Ramírez de la O, sobre todo al considerar que a partir de este año aquellas actividades que no son objeto de Impuesto al Valor Agregado (IVA) se convierten automáticamente en pérdida de capitales, ya que con las últimas reformas se ha impedido aplicarlo a IVA acreditable.
A los cambios encarados por las compañías transportistas, en su mayoría de corte familiar, hay que añadir que el cruce carretero incrementó más de 7% en febrero pasado, además que los estímulos para transitar por estas vías han diminuido paulatinamente hasta quedar en cero. Por ejemplo, en el pasado se podía deducir el 50% de los pagos totales en casetas; dos los atrás el tope se puso en 300 millones de pesos, mientras que en 2021 quedó totalmente borrado del panorama. En caso que la trayectoria se mantenga, los precios terminarán por impactar incluso a los productos de la canasta básica, mismos que se mantienen por los cielos a pesar del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic).
Voz en Off
El gobierno estadounidense ha solicitó formalmente a México que se investigue lo que está sucediendo en la empresa automotriz Stellantis. Resulta que existe la versión de que se está manipulando a los trabajadores de esta empresa para negarles ciertos derechos en su contrato colectivo.
Se adelanta que ya han informado a la oficina de Luisa María Alcalde Luján para que tome cartas en el asunto en la planta Teksid Hierro, ubicada en Frontera, Coahuila. La representante comercial de los Estados Unidos, Katherine Tai, y el secretario del Trabajo de los Estados Unidos, Marty Walsh, mencionan que el punto además es que se les está negando derechos de libre asociación y negociación colectiva. Y antes bajo los criterios del T-MEC se pidió la ayuda a México para atender un caso laboral en la planta de autopartes de Panasonic, en Reynosa, Tamaulipas. Así que estos episodios los seguiremos leyendo y escuchando, mientras en nuestro país vayan un paso atrás en lo que sucede en territorio nacional, y se enteren después por voces norteamericanas de la ingobernabilidad laboral que reina en las empresas de la República Mexicana…
@juliopilotzi