Si creías que ya sabías todo sobre el enigmático Vlad el Empalador, el príncipe de Valaquia que inspiró la leyenda del conde Drácula, seguro no sabías que pudo haber llorado sangre.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Catania en Italia ha revelado sorprendentes hallazgos que podrían hacer que tu mirada sobre esta figura histórica cambie para siempre.
Los expertos, liderados por el químico Vincenzo Cunsolo, emprendieron un viaje al pasado al analizar cartas escritas por Vlad Tepes en Transilvania durante los años 1457 y 1475. ¿La razón detrás de este análisis histórico y científico? Sospechas sobre una condición única que podría haber afectado a este príncipe vampírico de la vida real.
Utilizando una técnica no invasiva llamada etileno-acetato de vinilo, los investigadores se embarcaron en una búsqueda de proteínas y péptidos en las cartas de Vlad.
Según el estudio publicado en la revista ACS Analytical Chemistry, tres moléculas antiguas de una carta datada en 1476 revelaron la presencia de proteínas asociadas con la retina y las lágrimas, lo que sugiere que Vlad podría haber padecido de hemolacria, una rara condición que provoca lágrimas teñidas de sangre.
Lágrimas de sangre
"¡Drácula podría haber derramado lágrimas de sangre!”, exclaman emocionados los científicos en su estudio.
Empero, eso no es todo, pues las investigaciones también arrojaron pistas sobre la posibilidad de que Vlad Tepes haya sufrido de una ciliopatía; un trastorno genético que afecta órganos y funciones celulares.
Incluso se aventuraron a relacionar procesos inflamatorios en sus vías respiratorias y piel con esta misteriosa condición.
Mientras las discusiones continúan sobre la autenticidad de estos hallazgos, no se puede negar que la historia de Vlad el Empalador y su conexión con el mito de Drácula sigue siendo tan fascinante y misteriosa como siempre. DJ
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