El organismo Mundial de la salud calculó que la contaminación atmosférica en 2012 produjo 3.7 millones de muertes a causa de fuentes urbanas y rurales en todo el mundo. Miles de personas, adultas, jóvenes y niños mueren cada año a causa de la contaminación del aire por infecciones respiratorias.
La Ciudad de México se encuentra en una contingencia ambiental permanente, si bien el pasado fin de semana la comisión ambiental de la megalópolis informó la activación de la contingencia ambiental, el desactivar el plan de contingencia no resuelve el problema, pues se pronostica que este año tendremos un mayor número de alarmas.
La contaminación del aire es una mezcla de partículas y gases que pueden alcanzar concentraciones nocivas tanto en el exterior como en el interior. Sus efectos pueden ir desde un mayor riesgo de enfermedades hasta un aumento de temperaturas climáticas.
El hollín, el humo, el moho, el polen, el metano y el dióxido de carbono son sólo algunos ejemplos de contaminantes comunes.
La contaminación del aire de la CDMX tiene efectos más profundos en la sociedad principalmente en los jóvenes y niños que asisten todos los días al colegio, y eso trae consigo enfermedades.
Algunas de las enfermedades que se han generado en el mundo a raíz de la contaminación de las ciudades, son las siguientes:
Entre los efectos de la contaminación, los estudios reportan incremento en las tasas de morbilidad, principalmente en síntomas respiratorios y visitas a servicios de urgencias por enfermedades respiratorias, así como disminución de la función pulmonar, respuesta inmunológica alterada o predisposición a infecciones respiratorias y exacerbación de cuadros asmáticos. También destaca el incremento en las tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
La información sobre los efectos adversos en la salud relacionados con la exposición a largo plazo en México es limitada. Sin embargo, la evidencia internacional reporta incremento en la probabilidad de desarrollar cáncer pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, mayor número de casos de asma, afectaciones del crecimiento pulmonar, mortalidad prematura y aumento de muertes por enfermedades crónicas (cardiovasculares y respiratorias).
Las partículas más dañinas para la salud son las de 10 micrómetros de diámetro, o menos PM10, que pueden penetrar y alojarse en el interior profundo de los pulmones. La exposición crónica a las partículas agrava el riesgo de desarrollar cardiopatías y neumopatías, así como cáncer de pulmón.
El problema de la contaminación del aire de las megalópolis y en las ciudades trasciende en el futuro de la salud y de las generaciones.
La comisión ambiental de la megalópolis se ve obligada actuar e informar a los ciudadanos del gran problema que estamos atravesando, pues la transición energética y la de energías limpias son parte de las soluciones que tenemos. Pero hoy la crisis del aire pone en riesgo a toda la sociedad.
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