En distintas comunidades rurales de Guerrero, el asedio de los grupos criminales ha provocado que se queden sin servicios médicos y que sus habitantes desarrollen algunos problemas de salud mental, según alerta el coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF), Helmer Charris. “Hay ausencia de personal médico y de enfermeras en algunos centros de salud de Guerrero por los enfrentamientos entre grupos armados que no permiten al personal de salud trabajar por aquí. Buscamos que las comunidades asediadas por la violencia tengan servicios de salud”, señaló. En 2017, la organización ha prestado el servicio médico, psicológico, servicios de salud reproductiva y atención a víctimas de violencia sexual, en dos clínicas móviles para 11 comunidades de la región norte y centro de Tierra Caliente. De 10 mil personas que han sido atendidas por MSF, el 62% presenta un problema de salud mental, como psicosis, ansiedad, depresión y estrés postraumático. Algunos menores de edad han presentado problemas cognitivos y de comportamiento, según la organización. “Todas estas afectaciones son relacionadas con hechos de violencia, como haber estado en una balacera, por la desaparición forzada de un familiar o haber presenciado algún asesinato”, aseguró Charris. El jefe de comunicación de MSF en México y Centroamérica, José Luis Michelena, dijo que las localidades más afectadas están muy aisladas, con centros de salud abandonados o cerrados. “Y algunas veces pasan semanas sin poder salir de su comunidad porque el camino está bloqueado por grupos criminales o porque les da miedo desplazarse y buscar atención por cuestiones de inseguridad”, indicó.