Las primeras horas del martes 28 de junio, vecinos del municipio Apaseo el Grande, Guanajuato, escucharon detonaciones de arma de fuego, los disparos provenían de una vivienda que también era tienda de abarrotes, al llegar las autoridades del estado, encontraron a dos víctimas más de la violencia: un niño de 10 años y su mascota.
Las primeras indagatorias de la Fiscalía General del Estado (FGE) apuntan a que un comando armado ingresó con violencia al domicilio y realizó varios disparos, provocando la muerte del menor y su mascota, las demás personas que ahí se encontraban resultaron ilesas.
Una investigación de ejecentral documentó los mil 36 homicidios dolosos ocurridos en la entidad gobernada por Diego Sinhue durante los primeros cinco meses del año -según información oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)-, lo que lo convierte en el estado más violento del país.
Versiones extraoficiales sugieren que el ataque estaba dirigido contra otras personas que se encontraban al interior del domicilio en la colonia La Villita y que tras la agresión dejaron una cartulina atribuida presuntamente a un grupo criminal de la región.
Guanajuato, enfrenta una ola de violencia, principalmente por la disputa territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Santa Rosa de Lima: ambas organizaciones criminales se pelean el trasiego de droga, extorsiones, secuestros y cobro de piso en varios municipios de la entidad.
Para hacer frente a la violencia, más de 900 militares han sido incorporados a la Fuerza de Tarea Regional, mismos que fueron desplegados principalmente en Celaya, Salamanca e Irapuato, tres de las regiones con mayores índices delictivos.
Irapuato, entre ataques a policías
Tan solo en la última semana se reportaron dos asesinatos más de policías de Irapuato, Guanajuato.
El domingo 26 de junio, J. Reyes Méndez, exdirector de la Policía Municipal de Irapuato, fue asesinado mientras salía de casa ubicada en Villas San Ángel; sus agresores lo atacaron antes de subir a su auto. Un mes antes, el 21 de mayo, había pedido separarse del cargo por asuntos personales.
Para la tarde del 28 de junio, Juan Carlos Moreno, comandante de la policía de Irapuato, fue baleado a bordo de su automóvil particular: acababa de terminar su turno y se dirigía a su casa.
Ante los constantes ataques a elementos de la policía, el Congreso de Guanajuato propuso que los uniformados pudieran portar sus armas después de sus turnos, para defenderse de posibles agresiones, no obstante esta iniciativa aún está congelada en el Poder Legislativo local.
Mientras tanto, esta mañana policías de Irapuato se manifestaron frente a la Presidencia Municipal, exigen mejores condiciones: uniformes, porque ellos los han tenido que comprar; armas de fuego, porque son insuficientes y tienen que rotarlas; y mayor seguridad y justicia para sus compañeros asesinados: dos en tres días. EJ
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