Aunque en uno de cada cuatro municipios de México se ha decretado la alerta de género, un conjunto de medidas especiales que se implementan para proteger a las mujeres de crímenes específicos, las autoridades federales reconocieron que estas acciones son insuficientes para frenar la ola de violencia contra este grupo en el país.
Fabiola Alanís, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) reconoció durante la conferencia presidencial de esta mañana que estas agresiones eran “graves e inocultables”, y que las acciones que se han emprendido para controlar este fenómeno han sido poco eficientes.
La funcionaria detalló que se han invertido poco más de 121 millones de pesos en apoyos para las alertas de género, que actualmente funcionan en 22 estados del país; sin embargo, esta medida no ha evitado que las agresiones contra las mujeres aumente en México; por ejemplo, en los últimos 12 años el número de desaparecidas aumentó un 418% al pasar de 339 casos a más de mil 700 durante ese periodo.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, aseguró en el mismo espacio que “durante septiembre los feminicidios se redujeron en un 63% en el país, lo que sería el índice más bajo en lo que va del sexenio”; no obstante, colectivas y activistas han denunciado que esta cifra se ha reducido por la dificultad para clasificar correctamente este tipo de casos.
Alanís Sámano aseguró que “el gobierno no maquilla cifras”, pero datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como de diversos observatorios de derechos humanos estatales, muestran que los indicadores de violencia en contra de las mujeres continúan en aumento, mientras que el promedio de feminicidios se elevó a 11 cada día.
La funcionaria también recalcó que se han destinado 300 millones de pesos en recursos para 56 Centros de Justicia para las Mujeres en el país, en donde se han atendido a más de 174 mil mujeres víctimas de distintos tipos de violencia.
Nadine Gasman, titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), reconoció la situación de vulnerabilidad de este grupo y mencionó que “la violencia contra las mujeres en el país es cotidiana y tiene su origen en la desigualdad”.