Toda la incertidumbre acumulada, entre la cada vez más probable desaceleración global y que los radares están enfocados en Estados Unidos, China, Alemania y Japón, está golpeando a los mercados financieros globales.
El índice que mide la volatilidad, el Vix, se disparó un 9.4%, el mayor movimiento en nueve jornadas.
El Vix ha mostrado inestabilidad constante en los últimos meses debido a los temores que se acrecientan por los incrementos en las tasas de interés de los bancos centrales que buscan detener la elevada inflación, que a su vez aumenta las probabilidades de una recesión mundial.
Mientras tanto, el euro cayó a un nuevo mínimo frente al dólar en los 0.9690 unidades, y se alejó de su paridad de uno a uno que también ha sido histórica.
El índice que mide al dólar contra una canasta de seis monedas tuvo un incremento de 1.50%, y lo situó en 113.02 puntos, nivel no visto en 20 años. Esto como consecuencia de los movimientos de la Reserva Federal en las tasas de interés para paliar la inflación debido a que por el otro lado, también esa entidad ha estado recortando la liquidez de dólares y ante una mayor demanda le dan fortaleza.
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Por su parte, el peso mexicano no se salvó y se depreció un 1.31%, y el dólar se negoció en el mercado internacional en 20.1925 pesos, un máximo en el valor del billete verde en más de seis semanas frente a la moneda azteca.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se despeñó y se ubicó en su menor nivel de septiembre.
El Indice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la BMV cerró en los 45 mil 395.94 puntos, con una caída de 2.01 por ciento. La BMV tiene un soporte en los 44 mil 784 puntos, y de romperlo regresaría a un nivel que se desconoce desde el primer día de marzo de 2021, más de año y medio.
Los mercados en Nueva York también declinaron; el Dow Jones, S&P 500 y el Nasdaq perdieron 1.62, 1.72 y 1.8%, respectivamente.
Lo que está sobresaliendo para esa negatividad son las perspectivas económicas para Estados Unidos.
Es por ello que México debe de preocuparse porque autoridades financieras estadounidenses han indicado que se han debilitado sus exportaciones, es decir, que sus socios están haciendo menos pedidos.
Al respecto, el Inegi ha destapado un debilitamiento que se ha observado en el sector secundario, donde se incluye la manufactura y la transformación, que son los sectores que más importan y exportan y que han sido los motores de la mayor parte en el intento de la recuperación económica mexicana.
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