Tras la detención del exmandatario de Tamaulipas, Eugenio Javier Hernández Flores, acusado en México de los delitos de peculado y lavado de dinero, autoridades de Estados Unidos podrían solicitar que se establezca el proceso de extradición del aún miembro del PRI sobre quien pesan al menos dos órdenes de aprehensión por los ilícitos de lavado de dinero y haber facilitado operaciones ilegales de transferencias de dinero a través de diversas cuentas de prestanombres. La acusación de las autoridades estadunidenses en contra el predecesor de Tomás Yarrington, exmandatario también detenido y acusado de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, está radicada en el Distrito Sur de Texas, en la que se establece que el monto de la propiedades que le fueron incautadas a Hernández Flores estarían valuadas en unos 30 millones de dólares, mismas que habría adquirido durante su periodo como gobernador de Tamaulipas, entre 2005 y 2010, cuando en ese lapso el exdiputado federal no contaba con un salario superior a los 150 mil pesos mensuales. De acuerdo con el testimonio del empresario Luis Carlos Castillo Cervantes, también conocido como “El Rey de los Dragones”, quien al convertirse en testigo protegido durante el proceso legal que se le sigue como acusado de sobornar a funcionarios mexicanos y contribuir a lavar dinero en bancos de Estados Unidos. ejecentral tuvo acceso a la acusación y audiencia que se celebró el pasado 3 de enero de 2017, en donde el empresario tamaulipeco admitió fiscales de Texas el haber apoyado en operaciones ilícitas a cinco exgobernadores, cuatro priistas y un panista. Colocando a Eugenio Hernández y Tomás Yarrington Ruvalcaba, exgobernadores de Tamaulipas en lista, así como a Humberto Moreira y Jorge Torres López, exmandatarios de Coahuila y al panista Luis Armando Reynoso Femat, exgobernador de Aguascalientes, Castillo Cervantes reveló el modus operandi, que en el caso de Eugenio Hernández, se valió de una red de empresas fantasma y prestanombres para recibir sobornos y utilizar recursos del erario estatal. De esta forma como este semanario lo dio conocer en su reportaje ‘Destapan en EU cloaca mexicana’ publicada a finales de abril de este año, en el que revela que en el caso de Hernández Flores, unas de estas cuentas vinculadas a testaferros para extraer dinero de forma ilegal de las arcas del estado, una de las cuales fue detectada por el gobierno de EU abierta a nombre de Álvaro García González, quien fungió como director de la Comisión Municipal de Agua Potable de Reynosa, Tamaulipas. De acuerdo con la causa criminal y orden de arresto identificada con el folio C-14-178-SS radicada en la Corte del Distrito Sur de Texas, y firmada por el juez Jason B. Libby en febrero de este año en contra de Eugenio Javier Hernández Flores, se le señala de encabezar una amplia red criminal que blanqueó al menos 30 millones de dólares durante su mandato, apoyado por su cuñado, Óscar Manuel Gómez Guerra, mediante la compra de bienes inmobiliarios en McAllen y Austin, Texas. Por esta acusación el priista y su cómplice podrían enfrentar condenas de hasta 25 años de cárcel y 750 mil dólares de multa.
Vínculos con el narco
Sin ninguna acusación formal que lo vincule con cárteles en México, son las mismas autoridades de Estados Unidos quienes establecieron los nexos que Eugenio Hernández, así como Tomás Yarrington habrían forjado con organizaciones del crimen organizado para obtener beneficios y establecer redes de negocios. En el caso de Eugenio, quien se desempeñó como coordinador del comité de financiamiento del entonces candidato a gobernador Tomás Yarrington, fue señalado desde 2008 por el Departamento de Justicia de aquel país como operador financiero en favor del Cártel del Golfo a cambio del respaldo para continuar con las operaciones de lavado dentro del estado. Según consta en la acusación del caso contra Hernández Flores en Estados Unidos, un exmiebro del cártel de Los Zetas reveló que en 2004 se celebró una reunión en un bar de Ciudad Victoria, Tamaulipas, municipio donde este viernes se concretó la detención del exgobernador, en la que se habrían dado cita diversos funcionarios y políticos, así como líderes tanto de los Zetas como del cártel del Golfo, entre ellos Heriberto Lazcano Lazcano extinto líder zeta, Antonio Galarza Coronado y Eduardo Costilla Álvarez por parte del Golfo. Según la declaración de José Salvador Poe Quintanilla la reunión fue organizada para tratar la relación con el apoyo económico que tanto el cártel del Golfo como los Zetas, proporcionarían a la campaña para la gubernatura Eugenio Hernández Flores, por lo que en ese entonces que acordó entablar con él para plantearle “las condiciones que le impondrían cada grupo delictivo”. Una vez celebrada dicha reunión, a la cual se dieron cita Eugenio Hernández Flores, así como Ricardo Gamundi Rosas, exdirigente estatal del PRI en Tamaulipas y colaborador cercano de Humberto Moreira durante su gestión como presidente nacional del mismo partido; así como Rodolfo Torre Cantú, diputado federal y candidato a la gubernatura de Tamaulipas en 2010, asesinado presuntamente por integrantes del cártel del Golfo. “Nos encontrábamos ubicados detrás de Heriberto Lazcano, a una distancia aproximada de un metro, cuando le dijo Heriberto Lazcano a Eugenio Hernández, que quienes harían los pagos y movimientos que le fueran requeridos dentro de su gabinete de gobierno, una vez que fuera gobernador, serían Los Zetas a través de El Paisa, El Rojo, así como quien habla”, relató Poe Quintanilla