Para la industria automotriz, septiembre tuvo un inesperado incremento mensual que resultó en cuatro mil 165 unidades más que el mes previo, un incremento de 3.7%, comportamiento que sólo ha pasado en dos ocasiones en los últimos 13 años, el resto de las veces ha disminuido. En términos anuales, las ventas aumentaron 35.6%, el mayor salto en los últimos 25 meses.
Las cifras del registro administrativo que lleva el Inegi con base en información de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) mostraron un importante incremento en las ventas durante septiembre, un mes que típicamente presenta una contracción frente a agosto.
Los resultados alivian presiones sobre la industria, debido a la huelga que ya se extendió por 20 días en Estados Unidos y que pudiera estar afectando a las cadenas productivas en México. Nuestro país provee no sólo autos terminados, también insumos, refacciones y accesorios, que si no hay demanda por el paro de labores en el país vecino puede diluir o detener la producción, lo que dañaría la economía de los mexicanos que se desempeñan en esa industria que es la más importante entre las que atraen más dólares.
En lo que va del año, este sería el segundo mejor mes al haberse vendido 118 mil 038 unidades automotoras, un resultado que sólo está detrás de marzo cuando se comercializaron 118 mil 801.
Esta podría ser una señal de mejora ante la titubeante cadena de logística y crisis de chips que empañaron el despegue de la recuperación en la industria automotriz mexicana a la par de otros sectores que sí repuntaron. Las marcas automotrices perdieron cientos de potenciales ventas por no tener el inventario suficiente para la demanda debido a la falta de chips que son necesarios para construir los sistemas automotrices, pero también a la falta de transporte para llevar de las fábricas a las concesionarias los pocos autos que estaban disponibles.
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