Si bien los cubrebocas no tendrán que seguir usándose por siempre, un estudio que se publica hoy en la revista The Lancet muestra que seguir portándolos hasta alcanzar un nivel óptimo de vacunación en la población puede prevenir grandes pérdidas tanto humanas como económicas.
Además de indicar que, aunque su modelo representa a la población de Estados Unidos, “los resultados también son aplicables a otros países”, el autor principal del estudio, Bruce Y. Lee de la City University de Nueva York, dice que sus hallazgos “enfatizan que la vacunación no es suficiente para controlar la pandemia, se necesitan capas superpuestas de medidas de protección para limitar los impactos en la economía y las muertes”.
Así, por ejemplo, mantener el uso de mascarillas en espacios cerrados y en el transporte público en EU hasta que alcance una cobertura de vacunación del 90% del total de la población el 1 de mayo, evitaría costos sociales por 13 mil 300 millones de dólares, 2 mil 400 millones en costos médicos directos y 16 mil muertes.
Cuanto menor sea el nivel de cobertura de vacunación de la población final, mayores serán los beneficios del uso continuado de cubrebocas. Por ejemplo, una cobertura del 80% aumentaría los ahorros a 16 mil 700 millones de dólares en costos sociales, 2,900 millones de dólares en costos médicos directos y evitaría 7.66 millones de casos, 174,900 hospitalizaciones y 20,500 muertes.
En todos los escenarios que simularon los investigadores, fue rentable mantener el uso de cubrebocas entre dos y 10 semanas después de alcanzar los objetivos de vacunación de la población.
La comparación numérica con México no es posible, pues los porcentajes de vacunación que reporta la Secretaría de Salud no se dan sobre la población total, que incluiría a los menores, sino sobre la población que desde un principio se proponía vacunar; sin embargo, la conclusión general sigue siendo válida.
“La transmisión del virus no se detiene cuando se alcanzan los objetivos de vacunación de la población, por lo que mantener el uso de máscaras durante unas pocas semanas después de alcanzar estos objetivos puede generar enormes beneficios económicos y de salud”, agregó María Elena Bottazzi, del Baylor College of Medicine, coautora del estudio.
