Redacción ejecentral
La propuesta del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de suspender a Venezuela del organismo si no se realizan elecciones generales en breve está “derrotada” por falta de apoyo de los gobiernos de la región, dijo la canciller venezolana, Delcy Rodríguez. Y denunció que promueve una intervención internacional en busca de derrocar al gobierno bolivariano.
“Señor Almagro, nosotros estamos vigilando cada uno de sus pasos (...) Está derrotado en el seno de la OEA porque (...) la mayoría de los gobiernos de nuestra región saben el valor que tiene Venezuela, el valor que tiene la paz, la estabilidad en nuestro país, para toda la región”, declaró Rodríguez este miércoles en rueda de prensa.
“Es inadmisible lo que este personaje pretende y promueve con los sectores más fascistas de la derecha hemisférica, con los sectores antidemocráticos de la oposición venezolana”, recalcó la Ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores, desde la Casa Amarilla Antonio José de Sucre.
Almagro pidió el martes, en una carta al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), aplicar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela y suspenderla como miembro si el gobierno del presidente Nicolás Maduro no llama a elecciones a la brevedad, como reclama la oposición.
Los comicios presidenciales están previstos para diciembre de 2018, mientras que los de gobernadores, que debieron realizarse a fines del año pasado, fueron aplazados para 2017 sin que aún se haya fijado fecha.
Reiterando lo dicho el martes en un comunicado, la canciller acusó a Almagro de “promover una intervención internacional” en su país y “alentar a sectores violentos de la oposición” para “derrocar” a Maduro.
La aplicación de la Carta Democrática faculta a la OEA a intervenir en casos de grave alteración constitucional y, en última instancia, a excluir al país involucrado.
Almagro sostiene que el gobierno de Maduro viola con “impunidad” los derechos de los venezolanos, bloquea elecciones y mantiene más de un centenar de “presos políticos”.
La popularidad del mandatario socialista ha sido golpeada por una crisis económica que se agravó con la caída de los precios del petróleo desde 2014, y que se refleja en escasez de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI estima en 1.660% para este año.