Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara ayer que están en proceso de elaboración 115 millones 343 mil ejemplares “de los libros de texto que se utilizarán en el próximo ciclo escolar”, diversas voces han señalado que esto infringiría la Ley General de Educación vigente, a lo que se suma la preocupación por la pobre calidad pedagógica de las publicaciones.
El artículo 25 de la LGE indica que los planes y programas de estudio “serán revisados y evaluados para su actualización, considerando el debate académico que surge de la experiencia práctica de las maestras y maestros, así como de la visión integral e innovadora de la pedagogía y la didáctica”.
Sin embargo, señaló la doctora en pedagogía Irma Villalpando, los programas de estudio no se han publicado, y aunque legalmente esto puede suceder hasta el 26 de julio, la pedagoga pregunta cómo pueden estar ya en proceso de impresión los libros de texto “si los programas de estudio son los que alimentan su listado de contenidos, su diseño curricular”.
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“Hay un secretismo de las autoridades” dijo la profesora-investigadora de la FES Acatlán a ejecentral, y añadió que han dicho que los libros los hicieron “miles de maestros y maestras mexicanos”, pero que esto “no es garantía de que estén bien hechos los libros”.
“Los maestros sabemos trabajar frente a grupo, la práctica educativa directa, pero el diseño curricular es una especialidad, el diseño de los materiales educativos es algo, digamos, de mayor cuidado”, expuso.
53 días faltan para que concluya el ciclo escolar 2022-2023.
Dado que los contenidos de los libros se han ido filtrando, Villalpando comenta que los que ha analizado “dejan mucho que desear a nivel didáctico, a nivel pedagógico e inclusive a nivel diseño iconográfico”.
“Las ilustraciones fueron hechas por chicos amateurs, con muy buena intención quizá”, comenta, pero explica que las imágenes en estos libros no son para adornar sino para evocar, para provocar el pensamiento y la creatividad.
Considera que no están planteados con la gradualidad y la pertinencia adecuadas a la edad de los niños y “de sus procesos de construcción del conocimiento”. A lo que añade que le preocupa que tienen un fuerte contenido ideológico.
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