El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha logrado reducir la pobreza y la desigualdad en términos generales, pero no existe avance entre los pobres extremos.
Especialistas en políticas públicas advierten que este fenómeno se debe a la falta de focalización de los programas sociales y a la desatención a indicadores que sugieren cuáles son las poblaciones que requieren más apoyo.
A unos días de que se apruebe el presupuesto para 2024, las organizaciones México, ¿cómo vamos? y el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) realizaron mesas de análisis sobre las fallas en la asignación del gasto que han llevado a concluir que el eslogan de campaña “Por el bien de todos, primero los pobres” se haya traducido después de cinco años en “Primero los no tan pobres”.
El analista Gonzalo Hernández Licona, director de la Red de Pobreza Multidimensional, destacó que, si bien entre 2028 y 2022 la población en situación de pobreza se redujo en 5.1 millones de personas a nivel nacional, al observar lo que ocurrió en el 10% de la población más pobre (decil I) se detecta que hay 1.5 millones de personas pobres adicionales.
Algo similar ocurre con la pobreza extrema. Según el exsecretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018 y 2022 casi 400 mil personas se sumaron a las filas de la miseria a escala nacional, pero al revisar el decil más pobre, se descubre que hay más de 980 mil nuevos pobres extremos, cifra que se compensa con los cambios positivos que hubo en otros deciles.
Axel Eduardo González, coordinador de datos de la organización México, ¿cómo vamos?, resaltó que en 2018 el 67% de las personas del decil más pobre recibían transferencias gubernamentales a través de programas sociales; para 2022 la cifra se redujo a 53 por ciento.
Al destacar que la universalidad de los programas sociales (todos son beneficiarios sin importar su nivel económico) es el principal motivo para la regresión de la política social, el analista señaló que mientras en 2018 el 4% de las personas de los segmentos más ricos del país recibían apoyos gubernamentales, la cifra creció a 18% en 2022.
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