Al reconocer la operación de cárteles que utilizan pistas de aterrizaje clandestinas para descargar cargamentos de droga en zonas de la selva Lacandona, origen del Movimiento Zapatista, el presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que las comunidades llegan a acuerdos o son amenazadas por los criminales para evitar la intervención del Ejército.
“Este llamado estoy seguro que va a llegar hasta la Lacandona y nos van a ayudar, y va a haber más vigilancia y ya estamos reforzando toda esa área para que no se den estos casos”, señaló el Presidente al pedir a las comunidades de esa región que eviten tratos con los grupos de delincuencia organizada que allí operan.
Al encabezar su conferencia matutina desde Tuxtla Gutiérrez, el mandatario reconoció que en las cercanías de Bonampak, Colosal y en general en la región de la Lacandona, los narcotraficantes han conseguido mantener sus pistas clandestinas “con algunas gentes” ya sea bajo amenazas o con la entrega de dádivas o dinero a cambio de confrontar al Ejército.
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Precisamente en diciembre pasado se difundió un video en el que un supuesto grupo de pobladores lacandones retuvo a un grupo de militares que habrían participado en un decomiso de droga en la localidad de San Javier, en el municipio de Ocosingo, cerca de la frontera con Guatemala.
Aunque el presidente López Obrador aseguró que el asunto de las pistas clandestinas en la Lacandona “es lo único que tenemos en Chiapas”, refiriéndose a problemas de inseguridad en la entidad, también mencionó el grupo armado en la zona de San Cristóbal de las Casas.
“Hay otros casos de gente armada en San Cristóbal asaltando, un grupo que lleva un nombre que no voy a repetir ahora. Nada más que sepan que, como se dice en el béisbol, los tenemos bien fildeados”, sostuvo.
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Sin embargo, la semana anterior la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de Chiapas urgió al gobernador Rutilio Escandón Cadenas para “recuperar la seguridad y tranquilidad que hemos empezado a perder en los últimos meses”, denunciando el aumento de la violencia criminal en la entidad que ha ido creciendo en al menos el último año y medio.
La situación de inseguridad y violencia obligó a los operadores de transporte turístico a cancelar parcialmente corridas a la zona de la selva Lacandona, así como restricciones de viaje hacia San Cristóbal de Las Casas debido a la presencia de grupos armados y las operaciones de trasiego de drogas.
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