El aborto ya estaba en la agenda

21 de Diciembre de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

El aborto ya estaba en la agenda

En Oaxaca, uno de los 5 Estados donde la tasa de crecimiento de grupos no católicos ha crecido más allá de la media nacional en la última década, el Congreso Local aprobó la despenalización del aborto antes de las 12 semanas de gestación. La aplanadora de MORENA hizo su parte: recibir órdenes del centro -muy al estilo priísta que siempre criticaron- para imponer lo que entidad por entidad será la tarea del partido mayoritario para nacionalizar que las mujeres puedan interrumpir un embarazo no deseado sin ser encarceladas.

Según los últimos datos, precisamente de aquella entidad acudieron en el último año por lo menos 195 mujeres de entre 14 y 22 años a la Ciudad de México para abortar, porque hacerlo en Oaxaca significaba encarcelamiento. Con su casi medio millón de evangélicos, más de 10 mil templos protestantes, alrededor de 200 Asociaciones Religiosas registradas y casi 6 mil Ministros de Culto cristianos, también en Oaxaca tiene más de 9 mil abortos clandestinos realizados al año muchos de menores de edad, según refiere el INEGI. Hay además casi 50 carpetas de investigación por el delito de aborto y 20 mujeres encarceladas por este “delito”. Allá es la tercera causa de muerte.

En tierras oaxaqueñas los protestantes han vivido persecución desde hace tres décadas. La intolerancia religiosa sirvió de catapulta para que los grupos no católicos crecieran con prontitud y de manera fervorosa. Hoy, al menos las Iglesias llamadas “Históricas” (Presbiteriana, Nazarena, Metodista, Bautista…) han aprendido que el fanatismo y la intransigencia forman un binomio que impide libertad para ejercer los derechos humanos, sin embargo grupos radicales y conservadores aunados con Iglesias Pentecostales y Carismáticas -en su mayoría- practican ese radicalismo que antes se combatió. Sin escuchar testimonios, ni analizar estadísticas se suman al efecto Lily Téllez mezclando interpretaciones religiosas, moral, prejuicios y escrúpulos con posicionamientos políticos y argumentos legales para “defender la vida y la familia”, pero se alimentan de lo que MORENA y sus legisladores les han prometido. Olvidan que cientos de pastores y congregantes votaron por ese partido para convertirlo en una fuerza que hoy no pueden controlar ni demandar el cumplimiento de sus ofertas político-religiosas.

Hay dos morenistas que reciben línea directamente desde Palacio Nacional: Yeidckol Pelensky y Ricardo Monreal Ávila. La primera, en su papel de líder nacional del partido en el poder se ha pronunciado en numerosas ocasiones a favor de la despenalización del aborto. Es decir, tiene trabajando la maquinaria a nivel nacional para que en todos los Congresos locales se lleve a cabo una tarea similar a la que se hizo en Oaxaca para que el aborto deje de ser un delito. El segundo es el hombre con mayor poderío y respaldo en el Senado, ambos emanados desde el Palacio Nacional. Monreal ha comentado que este año no se tocarán en la Cámara Alta los temas de despenalización nacional del aborto ni los matrimonios entre parejas del mismo sexo. El ex alcalde en Cuauhtémoc trae la consigna de impedir que grupos Pro Vida, religiosos y conservadores afecten la imagen del Presidente Andrés Manuel López Obrador, señalándolo como un promotor de la “cultura de la muerte” y a su vez asumiendo el costo político para que su jefe no quede en la incongruencia al citar versículos bíblicos y ser identificado como un “Herodes”.

Así, MORENA podría pasar a la historia como el partido que se encargó a nivel nacional de despenalizar el aborto, autorizó legalmente el uso lúdico de la marihuana y dio reconocimiento civil a los matrimonios igualitarios; también puso en práctica en hospitales la eutanasia y prohibió las terapias de reconversión. Si es para bien, el asunto selo endosarán automáticamente a AMLO; si es controversial y pudiera llegar a enlodar la figura del líder máximo entonces el aparato legislativo asumiría las consecuencias. Hasta ahora todo ha salido como se esperaba, falta la profética voz del clero católico, porque la de los pastores evangélicos, para variar, está extraviada. Sólo la del líder de la Confraternidad Nacional e Internacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela, parece importar y lo ha hecho como si tuviera un sueldo de Director General de la Comisión Federal de Electricidad, es decir, generando luz y fuerza a quien lo ha reconocido como “El Pastor del Palacio Nacional”.

Dos casos deberían dar pauta para la discusión en los otros 30 Congresos sobre el tema del aborto: el primero protagonizado por Martha, una indígena de Yucatán que a sus 31 años fue abusada sexualmente por un hombre originario de Temozón. Ella sufre de epilepsia y esquizofrenia desde su juventud. Seis semanas debieron pasar para darse cuenta de que estaba embarazada, pero al acudir al médico le negaron el legrado. Ella lleva dos intentos de suicidio hasta hoy. El segundo caso lo padece Joselyne, de 11 años de edad, quien fue violada por su tutor y por uno de sus hermanos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde de enero a agosto se han reportado 52 casos de violación de menores por parte de familiares cercanos, sin embargo, los expertos comentan que la cifra roja (casos que no se denuncian) podrían ser más del doble.

PALABRA DE HONOR: Y hablando del Director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, dijo que a él no le pueden encontrar nada que “sea ilegal” y aparte que no es ningún “inmoral”. Consideró que no tiene esposa, ni concubina y por lo tanto no está obligado a declarar las posesiones de sus familiares más cercanos o dependientes. Desde el gremio periodístico saludan con el clásico BUENDÍA licenciado Bartlett…