En México el ejercicio pleno de la sexualidad está supeditado más a partidos políticos y a prácticas morales que a la legalidad y a los tratados que ha suscrito México en materia de derechos humanos: el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal (PRI), acaba de firmar un decreto por el cual las oficinas del Registro Civil podrán celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo; en junio pasado, el Congreso de Veracruz autorizó lo mismo, luego de la propuesta hecha por el diputado Gonzalo Durán Chincoya (Morena), integrante además de la comunidad LGBTIQ.
En agosto del año pasado, el Congreso de mayoría panista en Yucatán borró de su constitución que el matrimonio fue exclusivamente entre un hombre y una mujer; Baja California y Sinaloa, Sonora, Querétaro, Guanajuato y Zacatecas se sumaron también en 2021 a las 28 de las 32 entidades en donde ya está permitido el matrimonio entre dos personas sin importar su sexo, aunque no en todos los Estados está debidamente legislado.
Así como hay relatores y embajadores que se encargan de proteger los derechos políticos, de libertad de religión, de luchar en contra del racismo y del antisemitismo, Estados Unidos destacó a una embajadora para velar por las garantías de la comunidad LGBT en el mundo, se llama Jessica Stern, vendrá a México para hablar con funcionarios y activistas, pues en nuestro país se siguen violando las garantías sexuales que la ley establece.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, emitió en febrero del año pasado el Memorándum sobre la Promoción de los Derechos Humanos de las Personas LGBTQI en todo el Mundo que debe ser aplicado en sus misiones diplomáticas. Contrario a la administración Trump, donde el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, limitaba el acceso diplomático de parejas extranjeras homosexuales de los cónsules y embajadores a EU, con el pretexto de ser un “ferviente cristiano evangélico”.
Stern dice que muy pocos gobiernos del mundo comprometidos a defender los derechos humanos del colectivo LGBT en su política exterior. Sus prioridades serán despenalizar la actividad entre personas del mismo sexo, defender el reconocimiento legal de género, fortalecer las políticas de no discriminación y ampliar las leyes sobre la violencia sexual que sufre esta comunidad a nivel mundial.
La embajadora forma parte de la Conferencia Mundial de la Coalición por la Igualdad fundada en el 2016, conformada por 42 Estados alrededor del mundo, liderada en el último bienio por Argentina y Reino Unido y a partir de este año por México y Alemania. El organismo intergubernamental reporta que hay 69 países en el mundo donde se criminaliza la diversidad sexual y al menos en 9 de ellos existe la pena de muerte para los homosexuales.
El último reporte de “Homofobia de Estado” publicado por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersex 8IGA, por sus siglas en inglés) menciona que en México existen crímenes de odio por motivos de género u orientación sexual, y que aún se registran ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género), es decir avanza muy lentamente la prohibición legal de las “terapias de conversión” que practican muchos Ministros de Culto y psicólogos ProVida.
Como mexicanos vivimos una diversidad sexual -aún dentro del liderazgo religioso- pero no libertad para el ejercicio pleno de los derechos de todas las personas a disfrutar, sin ser estigmatizado, su vida íntima.
PALABRA DE HONOR: No puede ser: ¡volvió a temblar el 19 de septiembre..!
