Dice el máximo líder de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio, que ser homosexual no es delito y que las leyes que criminalizan estas preferencias son injustas, por lo que los obispos que las apoyan “deben pasar por un proceso de cambio (de conversión), y reconocer la dignidad de todos”. Para otras confesiones cristianas, la homosexualidad tampoco es un delito, pero creen que quienes deben
reconvertirse
son los colectivos LGBTQ, pues transgreden la ley divina y por ende son “delincuentes espirituales”.
En una entrevista para la Agencia
Associated Press, el Papa Francisco aseguró que la Iglesia Católica “puede y debe poner fin a las leyes injustas que criminalizan a los homosexuales” que “deben ser recibidos y respetados para no ser discriminados”. En México, la mayoría de cristianos piensan que sólo en Medio Oriente, en el régimen islámico y África los obispos están a favor del castigo jurídico y físico para quienes no son heterosexuales, pero los grupos ProVida y fundamentalistas han llegado a la agresión a pesar de las leyes a favor de los derechos humanos. Los crímenes de odio todavía existen y son aplaudidos por la
policía moral mexicana.
Según organismos de derechos humanos internacionales al menos 11 países sancionan con la pena capital las relaciones homosexuales, seis de ellos lo tienen consagrado en sus distintas constituciones que se basan en preceptos religiosos, pero aún se desconoce el número de personas que han sido ejecutadas, colgadas o lapidadas por este “delito”. En 68 países del mundo están prohibidas las relaciones sexuales entre dos hombres, o dos mujeres. Las penas son corporales y de prisión que puede llegar a ser de años.
Si bien católicos y evangélicos difieren grandemente en puntos bíblicos que les lleva a una separación doctrinal, ambas confesiones se unieron recientemente aquí para formar un frente “en defensa de la familia. Dejaron a un lado sus diferendos espirituales y enfilaron sus oraciones en contra de lo que consideraron una campaña para “homosexualizar a la sociedad mexicana”, pues creen que las preferencias son contagiosas y se pueden revertir dictando leyes que criminalicen su exposición pública.
A raíz de las declaraciones del Papa, los evangélicos ProVida probablemente se desmarcarán de los católicos en esta cruzada homofóbica, pues aunque ambos creen que la homosexualidad es un pecado, los evangélicos creen que Dios puede enviar sismos u otras catástrofes para hacerlos entrar en razón y es deber de ellos apoyar al Creador para propiciar una lluvia de fuego como la que destruyó a los sodomitas en el pasaje bíblico. Obvio, en México no todo el clero hará caso a la instrucción papal. El dogmatismo es más fuerte que la caridad y el raciocinio, de lo que adolecen estos grupos que intentan infiltrarse en los Congresos para lanzar su cruzada antiderechos.
En tanto, los cristianos preparan una campaña evangelística procedente de Estados Unidos que estará a cargo de la
Asociación Evangelística Billy Graham
los días 11 y 12 de febrero próximo. Es un organismo identificado con fundamentalistas que harán todo por penalizar el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la libertad de todo ser humano para vivir su sexualidad como mejor le parezca.
En noviembre de 2006, esta fundación organizó algo parecido en México: aportó los recursos financieros necesarios para llevar a cabo incluso programas promocionales en Televisión Azteca, pero se decepcionó por el manejo corrupto de los dólares que llevaron a cabo pastores nacionales.
PALABRA DE HONOR: Poco se sabe del episodio político-jurídico que rodea a la titular de la alcaldía en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas: paquetes de propaganda en contra de la Jefa de Gobierno que fueron reportados anónimamente; el acordonamiento de las oficinas por un grupo de policías… Ya veremos.