No sólo la Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, mejor conocida como La Luz del Mundo, tiene como estrategia no dar de alta ante la Secretaría de Gobernación a dirigentes que realizan labores características de un ministro de culto por razones políticas, económicas o sociales. Los oculta para darles tareas que redituarán en mayor poder terrenal para esa iglesia que se precia de tener más de dos millones de seguidores en el planeta.
Los dirigentes decidieron no dar de alta a varios de sus pastores y obispos ante la oficina de Asuntos Religiosos porque tienen más aptitudes para la política que para cuestiones de fe, a pesar de que practican actos litúrgicos que sólo los líderes están facultados para celebrar.
Varias congregaciones cristianas evangélicas, sobre todo las carismáticas y pentecostales no cuentan con seminarios o escuelas donde preparen a sus pastores, sino que el ordenamiento se da casi por generación espontánea, contrario a las llamadas “Iglesias Históricas” donde sus cuadros de dirigencia sí tienen una preparación sistemática y no permiten oficiar a sus pastores si es que no cuenta con la preparación teológica adecuada.
Sin embargo, casi cualquier líder puede desarrollar tareas de un pastor: predicar, orar por los enfermos, fundar nuevas congregaciones, enseñar, y tomar decisiones a nivel pastoral, pero no son considerados ministros de culto, y es aquí donde pueden evitar registrarlos ante Gobernación, pues estarían impedidos para ocupar cargos en la administración pública o de elección popular.
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Y así es que hay pastores, sin reconocimiento oficial, que participan abiertamente en política. En el caso de La Luz del Mundo, el obispo Rogelio Zamora Barradas es el ejemplo más encumbrado al interior de la Iglesia y al mismo tiempo del partido Morena. El ex diputado local y federal ha sabido hacer acuerdos con el PRI, MC, PAN, Verde Ecologista y ahora con el partido en el poder. Es el brazo político de la Iglesia que encabeza desde prisión Naasón Joaquín García, que purga una condena en Estados Unidos por delitos sexuales.
La misma estrategia para ganar espacios de poder terrenal lo usan otras congregaciones como Pare de Sufrir, y como la usó en su momento el Partido Encuentro Social (PES) para postular a pastores (sin registro) a cargos de elección, lo cual no es una violación a la legalidad, pero constituye “una falta a la ética y la moral cristiana”, al menos calificada así por los mismos evangélicos.
Para ingresar a los cuadros políticos se necesitan recursos económicos que no cualquier Iglesia tiene. Se necesitan además los contactos adecuados, como los que ha mantenido La Luz del Mundo, a nivel local y federal. Hoy llegan a lo más alto. Tienen el visto bueno del Presidente López Obrador, que en su momento no supo aprovechar el PES, y es que le ganó a su dirigente la codicia.
PALABRA DE HONOR: Mientras el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Guerra, festejaba con su esposa el Día del Niño en el Complejo Cultural de Los Pinos, en aquella entidad contingentes de autos blindados con gente armada se paseaba por las calles ante la mirada compasiva de todas las autoridades que previamente fueron avisadas del desfile militar de la delincuencia.
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