El gobierno venezolano de Nicolás Maduro Moros ha echado a andar el programa “Mi Iglesia Bien Equipada”. En el marco del Día del Pastor, que se dictaminó se celebre cada 15 de enero, la República Bolivariana informó que 500 iglesias evangélicas han sido beneficiadas con “mejoras y mantenimiento de infraestructura”, lo que tiene a ministros de culto mexicanos con la mira hacia Venezuela, donde el Estado reparte recursos económicos a quienes se dedican a predicar la fe.
Maduro informó en los medios del Estado, que el plan brinda protección social a 915 pastores, lo que nunca antes había hecho ningún régimen. Los pastores beneficiados, por su parte, están obligados a revertir el mote de “dictador” que Nicolás Maduro ostenta y comparten la ruta a seguir para que sus pares en países latinos —como México— repliquen el modelo del “Movimiento Cristiano Evangélico por Venezuela” que los posicionó como “amigos del régimen” y obtener privilegios más allá de los tinacos, el cemento y la varilla acostumbrados.
En México un pequeño grupo persigue este modelo. Por lo menos han intentado que los pastores cuenten con seguridad social, lo que fue difundido por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Nacional y por el director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, quien quiere ser gobernador de la entidad con el mayor número de evangélicos en el país. Y aunque cualquier asalariado puede ingresar a esa modalidad de servicios de salud, los funcionarios le tendieron el tapete a los religiosos para hacerles creer que era una prestación de la 4T. Siguen pidiendo ocupar curules y ser propietarios de estaciones de radio.
Nicolás Maduro publicó en su cuenta de Twitter el 19 de enero un versículo del Salmo 23 para congraciarse con los evangélicos que han sido leales a su régimen. Pese a la “cristiandad” de Maduro, datos del Instituto Nacional de Migración y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, al menos 33 mil venezolanos cruzan cada mes nuestro país para llegar a Estados Unidos, que por cierto ha iniciado medidas restrictivas para permitirles su estadía.
La mayoría de los migrantes huyen de su patria por falta de empleo, inseguridad, amenazas y opciones de vida digna. De todo ello no se habla en las congregaciones evangélicas que apoyan a Maduro, quien además está dispuesto a otorgar tiempos en medios electrónicos para que los evangélicos puedan difundir sus mensajes (exclusivamente religiosos y en apoyo al actual gobierno). También les ha otorgado cargos de elección, algunos puestos menores en oficinas de gobierno y oficializó el reconocimiento a los estudios pastorales que se imparten en escuelas y seminarios donde se licencia a pastores con grados de maestría y doctorado en Ciencias Bíblicas
Obviamente, no todos los evangélicos aplauden el contubernio que existe entre esas congregaciones y el régimen madurista. En Ciudad Juárez hay al menos el testimonio de siete pastores que debieron salir de Venezuela por la persecución en su contra cuando comenzaron a predicar que la dictadura había cooptado la conciencia de cristianos que gustan de orar en público por el Presidente imponiéndole las manos… a cambio de un plato de lentejas.
PALABRA DE HONOR: Ya comenzaron las reuniones de evangélicos con la candidata a gobernadora en el estado de México, Alejandra del Moral. La semana pasada estuvo en Ecatepec. Hay en juego 12.4 millones de votos mexiquenses, de los cuales al menos 1.9 son de cristianos. Delfina Gómez ni los ve ni los oye, todavía.
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