Conociendo ya los nombres de las dos principales aspirantes a la Presidencia de la República que contenderán en este 2024, las Asociaciones Religiosas, sus dirigentes y militantes se preparan para la contienda. La votación involucra temas como la despenalización del aborto, matrimonios igualitarios, educación sexual en escuelas públicas, espacios de participación política para la comunidad LGBT, entre otros.
Los partidos que postularán a Claudia Sheinbaum Pardo y a Xóchitl Gálvez Ruiz, tienen posturas encontradas respecto a esos tópicos, por ello es que hay una clara división en cuanto a derechos y moral. Ellas intentan dar su mejor faceta como libre pensadoras, aunque la ciudadanía percibe que sus ideales no son lo que expresan.
En la jornada electoral habrá candidatos y candidatas de todas las fuerzas políticas y que además son miembros activos de sus iglesias, ya sean católicas, evangélicas y de otras expresiones religiosas. También acudirán al llamado del INE -por decisión personal- líderes, pastores y Ministros de Culto para cuidar el voto de los mexicanos en miles de casillas a lo largo del país.
Los conservadores confían en la creación de un partido político mexicano como lo fue el PES (Partido Encuentro Social), pero con seriedad y sin tanta corrupción, ni compromisos con otras expresiones ideológicas. Están siguiendo las rutas que trazaron personajes como José Antonio Kast (Chile); Rafael López Aliaga (Perú); Nayib Bukele (El Salvador); Jair Bolsonaro (Brasil) que consiguieron torcer el sentimiento religioso de los votantes en beneficio personal.
Parte del clero católico en México fija postura, y aunque los personajes lo hacen a título personal, pues las declaraciones van con la bendición y visto bueno de sus superiores: Mario Ángel Flores (asesor papal); Cristóbal Ascencio García (obispo de Apatzingán); Ramón Castro y Castro (obispo de Cuernavaca); Rodrigo Aguilar Martínez (obispo de San Cristóbal de las Casas), entre otros, ya dijeron -sin dar nombres- que no se debe votar por Sheinbaum ni por candidato alguno de Morena.
Del lado evangélico existen corrientes aún más fundamentalistas. Con la Biblia en mano, pastores de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Estado de México, Chihuahua, Sonora, Morelos, Guanajuato y Yucatán expresan desde sus púlpitos que el partido en el poder y sus dirigentes están haciendo de México un país donde la familia y los valores van a caducar para dar paso a un nuevo orden donde Dios y sus seguidores serán perseguidos judicial y políticamente por defender la doctrina cristiana.
Están colectando fondos nacionales a internacionales para crear una alternativa religiosa con injerencia política, tipo el partido FIEL (Familia, Integridad, Educación, Libertad) de España, fundamentado en la filosofía judeo cristiana, en el que participen “personajes de reconocida moral”. A ver si no les pasa lo mismo que al PES.
PALABRA DE HONOR: Clara Brugada Molina, virtual candidata morenista para el gobierno de la CDMX, dejó plantados en un desayuno a más de 300 líderes y pastores evangélicos el pasado martes 19 de diciembre donde le expondrían el trabajo social que desarrollan las Iglesias asentadas en la capital. Y así quieren ganar…