Apenas terminaba el primer culto en la mega iglesia cristiana Lakewood, en Houston, una de las más grandes del país, los asistentes se retiraban rápidamente para dar paso a un segundo servicio (en español) cuando una mujer, acompañada de un niño, comenzó a disparar con un arma larga a discreción el pasado domingo.
Esa congregación está compuesta en gran parte por personas latinas. Uno de los invitados al culto era el pastor Andrés Spyker, de la iglesia Más Vida, ubicada en Morelia, Michoacán, lo que habla de la importancia de los hispanoparlantes en reuniones evangélicas en EU.
La mujer, de la cual se tienen pocos datos y se desconoce el motivo de su actitud hostil, portaba una mochila. Nadie se percató de que debajo de su gabardina negra escondía una escopeta. Sin embargo, dos hombres que estaban armados dentro del auditorio (uno de la policía de Houston y el otro miembro en activo de la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas) reaccionaron y dieron muerte a la mujer, casi al mismo tiempo en que ella comenzó a disparar.
David de Aquino, mexicano migrante de origen oaxaqueño que asiste a esa congregación, me dice en entrevista telefónica que al menos unas 5 mil personas asisten al servicio dominical de las 11 am. Comenta que pastores que apoyan a los líderes principales, Joel y Victoria Osteen, quienes tienen programas de televisión y son ministros de culto, ya les habían comentado –en pequeños grupos— lo que debían hacer en este tipo de situaciones. “Nos enseñaron que otras iglesias también habían tenido surprice shooter (tiradores sorpresa) y algunos hermanos nos narraron sus experiencias”.
“Con mis amigos estábamos hablando de ir a comer a una plaza cercana después del culto vespertino cuando escuchamos disparos, pero creíamos que eran problemas del sonido, y vimos correr a unas mujeres que estaban cerca de la puerta. También gritaban y repetían versos bíblicos en voz alta… yo estaba como a unos 40 metros y no pude ver a la mujer que dicen que hizo los disparos... Sólo a varias personas que se acercaron rápidamente hacia donde estaba una mujer de traje negro y se aventaron sobre ella”.
Varias iglesias tienen gente armada en sus servicios: o bien han contratado guardias de seguridad, o los mismos integrantes que portan armas son designados por el pastor y los líderes, para que actúen –como en el caso de Lakewood– de manera pronta y efectiva.
Y es que casos como los de la Iglesia Metodista de Charleston (Carolina del Sur) en junio del 2015 que dejó 9 muertos, o el de la Iglesia Bautista de Sutherland Springs (Texas) con un saldo de 26 muertos (en noviembre de 2017), por mencionar algunos, dejaron una amarga experiencia entre pastores y congregantes de EU.
En México no existe registro de surprice shooters, pero sí de gente armada al interior de los templos que cuidan la integridad del pastor y de fieles que puede pagar escoltas ante la ola de secuestros en estados como Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Baja California y Sonora.
PALABRA DE HONOR: Eruviel Ávila, ex gobernador mexiquense, disculpó la inasistencia de Claudia Sheinbaum ante unos 300 pastores en Ecatepec. Dijo que por problemas de agenda la candidata morenista no estuvo con ellos la semana pasada, cuando le organizaron un evento.