Xóchitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo no descartan que el factor religioso en México les reditúe votos en la próxima contienda, por lo que su faceta espiritual ha resplandecido en los últimos días, aunque el resultado no será el mismo por más que ambas hayan estrechado la mano papal la semana pasada.
Habiendo poco más del 92% de cristianos en México -en sus distintas manifestaciones- un porcentaje considerable cree dogmáticamente que algunos derechos son pecados, como la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario, la educación sexual de niños, el libre desarrollo de la personalidad… Es decir, la religión sigue teniendo relevancia en la vida político-social de la nación.
La doctora Sheinbaum, que por cierto se ha declarado “sin religión alguna”, se ha reunido con grupos evangélicos varias veces: cuando era Jefa de Gobierno, a finales del 2022, a sabiendas que ella sería la candidata oficial de Morena a la Presidencia, se apersonó en una reunión navideña con pastores ProVida; en enero del año pasado, fueron a invitarla líderes evangélicos -acarreados por Hugo Eric Flores, del extinto Partido Encuentro Solidario- a una concentración donde hubo más de 25 mil asistentes, pero los dejó plantados.
En septiembre de 2023, ya siendo precandidata, estuvo con 11 pastores, quienes le hicieron creer que representaban a 30 mil iglesias en el país. Ella no les dio mucha importancia y en reciprocidad, los religiosos nunca publicitaron el evento ni en sus redes sociales y mucho menos en su entorno religioso.
En cuanto a la abanderada del Frente Amplio no se sabe si ha tenido encuentros con evangélicos, pero el sábado pasado aceptó la invitación de líderes identificados con grupos fundamentalistas y hasta les reconoció el trabajo que hacen “por generar conciencia social y construir la paz” (¿?). En esa reunión comentó que su mamá era evangélica y su padre católico, por lo que se identificaba con ambas confesiones.
“Mi fe y mi religiosidad están por encima de cualquier oportunidad política”, escribió en sus redes luego de su visita al Papa Francisco. Con voz entrecortada dijo que su esposo y ella estaban emocionados con el encuentro que tuvieron por más de 40 minutos con el Sumo Pontífice.
En resumen: la jerarquía católica no ve con buenos ojos al partido Morena, ni las decisiones que el presidente López Obrador ha tomado en materia de seguridad nacional, y menos que haya designado a una mujer que no tiene en alta estima la religiosidad. Los evangélicos ProVida tampoco votarán por ella. En cambio, para estos grupos cristianos, la hidalguense merece hasta hoy el beneficio de la duda.
La Conferencia del Episcopado Mexicano está invitando a las candidatas a dialogar con los obispos para el próximo 11 de marzo y de ahí saldrá el voto y el veto para alguna de las dos.
PALABRA DE HONOR: Juan Luis González Alcántara, ministro de la SCJN, propondrá la derogación de los artículos en los Códigos Penales y Constituciones locales (en 14 entidades del país) que penalizan el aborto, lo que constituye una afrenta para los grupos ProVida, pero un avance para los derechos humanos.
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