Al extitular de la Secretaría de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, lo detuvieron en Estados Unidos el 15 de octubre del 2020, acusado de tener vínculos con narcotraficantes. El líder de la Iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, también fue detenido en aquél país y le imputaron delitos como el abuso sexual de menores. Al primero se le exoneró llegando a México. El segundo tiene la posibilidad de salir libre si el gobierno mexicano lleva a cabo el mismo procedimiento.
Al militar, la jueza Carol Bagley Amon le preguntó si estaba consciente de que su traslado bajo custodia era un acuerdo “de política exterior” entre el gobierno de México y el de Estados Unidos, y no por no contar con pruebas de su culpabilidad. Al apóstol de Jesucristo en la tierra, el fiscal estatal de la Corte de los Ángeles, California, Rob Bonta, le espetó en la cara: “usted es un depredador sexual”, y lo condenó a más de 16 años de prisión.
Mientras, obispos, pastores y dirigentes de la Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad (La Luz del Mundo) llevan a cabo una campaña al interior de la misma —y en redes sociales— afirmando que Naasón Joaquín seguirá conduciendo los caminos espirituales de los más de millón y medio de fieles que dicen tener en varios países.
Aseguran que en breve podría obtener su libertad, y por ello el miedo de las víctimas que han denunciado y de las que están en el anonimato, porque a pesar de las evidencias, su poderío económico y político son de tal nivel que el gobierno mexicano podría solicitar su extradición, pues aquí contaría con el incondicional apoyo de legisladores y funcionarios que militan y simpatizan con esa Iglesia.
Así lo cree Sharim Guzmán, esposo de Sochil Martín, la primera víctima en denunciar penalmente los abusos sexuales del apóstol Naasón. En entrevista me dijo que los líderes tienen “recursos ilimitados porque los diezmos de todos van directamente a la cartera del líder y él puede disponer a discreción de ese dinero sin rendir cuentas a nadie. Máxime que están haciendo una campaña de lavado de imagen diciendo que es inocente porque es el ungido de Dios en la tierra”.
También entrevisté a Adriana Dávila Fernández. Como senadora fue titular de la Comisión para Contra la Trata de Personas. A ella la buscaron varias víctimas de Naasón para que las apoyara en sus denuncias, ya que los encargados de impartir justicia habrían ignorado y retrasado las investigaciones desde hace varios sexenios. Confirma que hubo obstáculos políticos para que las denuncias fueran tomadas en cuenta: “funcionarios de varios niveles entorpecieron la integración de las carpetas. Y es que esa organización es muy poderosa, incluso en el plano internacional, por sus nexos con el partido en el poder”, me confirmó.
Los entrevistados coinciden en que el gobierno de México puede solicitar a Estados Unidos la extradición del líder religioso. Ya en territorio nacional podría conformarse una figura legal que le permitiera salir bajo fianza, o quedar exonerado al no encontrarse pruebas de su culpabilidad. Los hilos de poder han influido en el retraso para continuar con las pesquisas que el Sistema de Administración Tributaria lleva en contra de La Luz del Mundo por manejos sospechosos en sus cuentas bancarias nacionales e internacionales.
En México la justicia se maneja diferente, gracias a Dios, dirían algunos.
PALABRA DE HONOR: México es un peligro para los estadunidenses. El gobierno de Joe Biden emitió a sus ciudadanos una “alerta de viaje” por los delitos de alto impacto como homicidios, secuestros y robos que se cometen en 30 de los 32 Estados del país. De poco (o mucho) sirven las rutinarias visitas que hace a Palacio el embajador norteamericano Kent Salazar.
