El pasado 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, el Congreso de Sinaloa aprobó la despenalización del aborto, lo que ha provocado que la Iglesia Católica niegue varios sacramentos y estén a punto de ser excomulgados los diputados que votaron a favor de que las mujeres no vayan a la cárcel por elegir no ser madres.
La Diócesis de Culiacán publicó una carta donde cuestiona: “¿cómo es que un diputado que aprueba el aborto participe en la Misa y comulgue?”. Según el Código Canónico “no podrán acercarse a la comunión sacramental, ni ser padrinos o acompañantes de otras personas que quieran recibir otros sacramentos como el bautismo… por lo que se les negará este medio de gracia espiritual (a diputadas y diputados) como un reconocimiento a su estado objetivamente indigno…”.
Aparte, en sus redes sociales la Diócesis hizo públicas las fotos, filiación política y nombres de los 28 sinaloenses que aprobaron con su voto esa decisión: 20 de Morena; 6 del PRI; una del PT y otra de Movimiento Ciudadano, calificándolos de “diputados abortistas”. Hasta el momento sólo Cinthia Valenzuela Langarica, del Revolucionario Institucional, ha respondido: “como católica seguiré asistiendo a ceremonias religiosas, pero mi voto será a favor de los derechos humanos”, dijo.
El Congreso de Sinaloa aprobó también que las personas puedan cambiar de nombre en las actas de nacimiento para modificar legalmente su género, lo cual está vigente ya en 14 entidades.
Las Iglesias deben entender que los Congresos ya no legislarán a favor o en contra de la despenalización del aborto, sino que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que se deben armonizar las leyes locales para evitar que las mujeres vayan a la cárcel por interrumpir su embarazo. Es decir, deben eliminar de sus Códigos Penales ese “delito”. Y lo mismo sucederá con la permisibilidad para que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio, pues dejarlo como está es considerado como violatorio de los derechos humanos.
La resolución de la SCJN -en septiembre del año pasado- obliga a las entidades a garantizar y disponer de personal médico “no objetor” para realizar los abortos que se requieran sin necesidad de presentar motivos por los que se desea interrumpir el embarazo antes de la semana 12 de gestación. Aunque algunas entidades lo han extendido, según las necesidades y circunstancias en cada Estado.
Del lado de los evangélicos la excomunión no existe. Es decir, los cristianos no consideran que un humano tenga la facultad terrenal y espiritual de decidir a quién negarle u otorgarle el derecho a ser recibido en la gloria o el infierno. Lo más que pueden hacer es negarle el “privilegio” de seguir siendo miembro de su congregación y evitar que los fieles “non gratos” participen de algunos sacramentos. Así que los diputados o diputadas católicos pueden cambiar de Iglesia, donde su acceso a cielo estaría garantizado y su filiación política será respetada.
Sinaloa es el séptimo Estado que se suma a la Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Baja California y Colima donde el aborto ya no es delito.
La Iglesia Católica puede ir preparando la excomunión de los que aprobarán con su voto no sancionar con la cárcel a las que no quieren ser madres. Pero también a los médicos, anestesistas, enfermeras, paramédicos y personal de ayudantía de los diputados y diputadas, entre otros, que hacen posible la aceptación de esta ley en el país.
PALABRA DE HONOR: En cuatro de los seis estados que se disputarán una gubernatura, Morena lleva delantera: Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Hay empate técnico en Durango y sólo en Aguascalientes el Partido Acción Nacional tiene posibilidades de lograr el triunfo. A pesar de todo lo sucedido a nivel nacional, Morena cuenta con aceptación. Ni modo…