En breve, simpatizantes y miembros de algunas Iglesias podrán presenciar la construcción del Arca de Noé, o acompañar a los judíos perseguidos por Faraón a través del Mar Muerto, también escuchar los rugidos al lado del profeta Daniel en el foso de los leones y, por qué no, ser testigo del nacimiento de Jesús, todo gracias a la realidad virtual llamada “metaverso” (universos trascendentes), que son lugares ambientados previamente donde pueden interactuar personas quienes tienen la opción de escoger su identidad, a través de un avatar (personaje que uno mismo elige).
De hecho, esta experiencia espiritual ya la puso en marcha desde el 2016 en Estados Unidos quien se hace llamar “Obispo DJ Soto”, dirigente de la Iglesia “Realidad Virtual” (VR Church, en inglés), que usa las plataformas tecnológicas trasladando a sus fieles a ambientes religiosos. Soto no es el primero en adaptar esta nueva forma de evangelizar a los fieles, también sus paisanos Bill Willenbrock, Jason Poling, Dough Estes, Jeremmy Nickel y Tomas Pounder, han aportado ideas para que los ejecutivos de Facebook hagan un uso exponencial del “metaverso”.
Imagine usted tener la sensación de sumergirse en el río para ser bautizado junto con Jesús, o palpar las redes y pescar en el Mar de Galilea con los apóstoles, o bien escuchar de viva voz el sermón de Las Bienaventuranzas en las cercanías de Capernaum y todo gracias a la adaptación que varios ciberpastores y líderes hacen en conjunto con los empleados de Marck Zuckerberg en la red social más popular del mundo, creando escenarios para oír, ver, sentir y casi tocar el entorno utilizando la ciencia cibernética.
Los “metaversos” recrean un mundo irreal a las medida de las necesidades espirituales de los creyentes, con lugares que pueden incluir, salones, paisajes, auditorios, lugares bíblicos, a gusto de los Ministros de Culto, auxiliados por expertos en nuevas tecnologías y que ya cuentan con un catálogo de sitios parecidos al Edén del libro de Génesis, donde pueden participar todos aquellos que busquen además de una vivencia espiritual, una sensación de estar presentes en ese lugar donde la historia sagrada lo relata… aunque sea de manera fingida.
Son pocos los requisitos para ingresar a un evento ficticio: unas gafas de realidad virtual llamadas “Quest 2” y controles que se ponen en las manos para tener la sensación no sólo de estar en el lugar recreado sino “tocar” lo que esté en el entorno.
En México, esta nueva faceta eclesial tendría varias ventajas: no hacer las declaraciones respectivas ante el SAT; pasar por innecesarios trámites ante Gobernación; manipular los acontecimientos bíblicos para adaptarlos a la doctrina de cada credo y recoger diezmos, limosnas, primicias, ofrendas y cobros por concepto de servicios prestados sin rendir cuenta al Estado… o con un menor riesgo de aparentar un abuso de confianza.
Obvio, los ciberguías que desarrollan esta innovación también tienen ingresos económicos y algunos hacen su modus vivendi y operandi con sólo sentarse frente a la computadora y abrir una cuenta bancaria para realizar transacciones internacionales comercializando no sólo la espiritualidad virtual, sino ropa, souvenirs, literatura en diversos formatos, asesorías vía web y hasta franquicias en cualquier parte del mundo. El desarrollo de la fe desde el teclado de una computadora.
PALABRA DE HONOR: Anuncia el actor Roberto Palazuelos que se lanzará como candidato independiente para la gubernatura en Quintana Roo, luego de que el partido Movimiento Ciudadano decidiera retirarle su apoyo. Un diamante en bruto… muy bruto.
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