En un trabajo conjunto con activistas, comunicadores, líderes religiosos, legisladores y funcionarios de distintos gobiernos -en especial de Gran Bretaña y Estados Unidos-, la organización Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés) abrió su capítulo en México para garantizar y defender la libertad religiosa; ayudar a quienes padecen persecución por causa de su fe; documentar los casos de intolerancia y dar capacitación a periodistas para mejorar la cobertura de estos hechos.
Con sede en Londres, esta oficina tiene ubicados en más de 20 países en el mundo diversos casos donde creyentes de la fe cristiana sufren abusos y vejaciones por parte de gobiernos y de otras instancias por causa de su fe, sobre todo en países de Asia y África, donde hay asesinatos masivos de evangélicos y católicos a manos de sicarios que en ocasiones son tolerados por el poder político.
En América Latina su labor se ha centrado en Chile, Colombia, Cuba, Nicaragua, Perú y México, donde tienen documentados casos en Michoacán, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, Jalisco y Chiapas, principalmente en zonas indígenas, donde los usos y costumbres están por encima de la Constitución.
La
CSW
indica en su página web que en estas zonas una mayoría intenta imponer la uniformidad religiosa mediante la fuerza, violando el derecho a la libertad de credo que México ha consagrado en su Carta Magna, negando garantías individuales a mujeres y hombres, principalmente evangélicos.
Este organismo llevó a cabo una investigación sobre mujeres indígenas que han sufrido la violación de sus derechos por cuestiones religiosas en Hidalgo, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, encontrando que existen múltiples casos de discriminación como la participación forzada en servicios de culto público distintos a los de su fe, la expropiación violenta de sus tierras y el corte de servicios básicos como agua, luz y la negación de incorporarlos a programas sociales que otorga gobierno federal.
Desde la década de los 80’s se tiene registro en nuestro país de asesinatos, abuso sexual de mujeres, secuestros, desplazamientos forzados de minorías religiosas, en ocasiones con la autorización o desinterés de autoridades. A partir de la creación de la oficina de Asuntos Religiosos a nivel federal, en el sexenio del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, se incrementaron en el país las expulsiones de indígenas no católicos.
Aunque los casos han disminuido, en los sexenios panistas de Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón, así como el del priísta Enrique Peña Nieto, el favoritismo y inequidad para con las Iglesias Cristianas, pues el clero gozó de privilegios que no han tenido Ministros de Culto de otras confesiones.
Por ello es que CSW ha hecho varias recomendaciones: al Gobierno de México para que se apliquen las leyes federales y se garantice los derechos de las minorías religiosas; a los países de Estados Unidos y Gran Bretaña, incluyendo a la ONU para que, de acuerdo a los compromisos internacionales que México ha signado internacionalmente, implementar las recomendaciones a favor de la libertad de culto y atender los casos de intolerancia religiosa como asuntos de urgencia.
PALABRA DE HONOR: Será interesante ver cuántos mexicanos y mexicanas compran la vacuna contra el COVID 19 y cuántos prefieren las que el gobierno federal ofrece de manera gratuita. Quizá no se puede medir con este dato el grado de confianza que la gente tiene en su gobierno, ni el poder adquisitivo poblacional, pero será referente.