Originalmente, el objetivo al hacer las vacunas contra la Covid-19 era prevenir las manifestaciones graves de la enfermedad; sin embargo, un estudio encontró que, al menos las vacunas hechas con ARN mensajero (Pfizer-BioNTech y Moderna), tienen una alta eficacia también para prevenir las infecciones del virus.
El estudio, financiado por los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y publicado ayer en la revista New England Journal of Medicine, dio seguimiento del 14 de diciembre de 2020 al 10 de abril de 2021 a casi cuatro mil profesionales de la salud haciéndoles pruebas PCR frecuentes, independientemente de si presentaban síntomas del nuevo coronavirus o no.
De esta forma se detectó SARS-CoV-2 en 204 participantes (5% del total), de los cuales 156 no estaban vacunados y solo cinco de ellos tuvieron el coronavirus después de 14 días de recibir la segunda dosis de la vacuna.
Los demás estaban en algún punto intermedio.
El estudio se efectuó con cuatro mil personas que podían o no presentar síntomas de coronavirus. A todos se les hicieron pruebas.
Esto indica que la efectividad de la vacuna para prevenir la infección fue del 91% con la vacunación completa y del 81% con esquema parcial. Además, la carga viral entre los participantes inmunizados parcial o totalmente fue en promedio 40% menor a la carga de los participantes no vacunados, el riesgo de tener fiebre fue un 58% menor y la duración de la enfermedad fue más corta por una media de 2.3 días.
Los autores del estudio señalan que sus resultados son similares a los que se han observado con el biológico desarrollado por la farmacéutica Johnson & Johnson, el cual tiene una plataforma distinta, pues está hecho con un vector de adenovirus, igual que las vacunas producidas por AstraZeneca, Sputnik y Cansino.