En una histórica propuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha enviado a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma que busca revertir las modificaciones a los sistemas de pensiones aprobadas durante los gobiernos de Ernesto Zedillo en 1997 y Felipe Calderón en 2007.
Estas reformas, que introdujeron la capitalización individual y la administración privada de los recursos de los trabajadores, han afectado injustamente a los jubilados, impidiéndoles recibir el 100% de su salario al momento de retirarse, señaló el mandatario mexicano.
En esta iniciativa se considera modificar el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el objetivo de garantizar pensiones justas para las personas trabajadoras, especialmente aquellas que comenzaron a cotizar después del 1 de julio de 1997.
La propuesta
La iniciativa establece que toda persona trabajadora tiene derecho a recibir una pensión justa. Se reconoce la importancia de proteger el bienestar económico de los trabajadores al momento de su retiro.
Se especifica que las personas trabajadoras que comenzaron a cotizar a partir del 1 de julio de 1997 en el IMSS y las que cotizan en el ISSSTE bajo el régimen de cuentas individuales tendrán derecho a una pensión de retiro por vejez igual a su último salario, hasta un monto equivalente al salario promedio registrado en el IMSS.
Las personas trabajadoras a partir de los sesenta años de edad mantendrán su derecho a una pensión garantizada, en los términos que establezca la ley. Esto asegura un respaldo financiero para los trabajadores mayores que están cerca de la edad de jubilación.
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Se establece la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, cuyo objetivo es complementar las pensiones a que hace referencia el artículo modificado. Este fondo se financiará con aportaciones del Gobierno Federal provenientes de diversas fuentes, incluidos recursos incautados por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y remanentes de utilidades de entidades paraestatales.
En general, desde el primero de mayo de 2024 se va a crear un fondo semilla de 64 mil 619 millones de pesos que se irá incrementando poco a poco al mismo tiempo que se utilizará lo necesario para compensar a los trabajadores afectados por las reformas antilaborales del periodo neoliberal.
Se establece que cada ocho años se realizará una evaluación actuarial del Fondo de Pensiones para el Bienestar para determinar su suficiencia financiera. Además, se establecen obligaciones en materia de transparencia y fiscalización para garantizar la rendición de cuentas en el manejo de los recursos del fondo.
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Bajo el principio de “Por el bien de todos, primero los pobres”, la iniciativa tiene como objetivo prevenir una crisis inminente que afectaría a los trabajadores que se jubilen bajo los regímenes pensionarios de 1997 y 2007. Esta propuesta surge en el marco de la Cuarta Transformación y busca corregir las injusticias generadas por las reformas neoliberales que han marcado la historia reciente del país.
La llegada del neoliberalismo en la década de 1990 trajo consigo reformas que afectaron profundamente el sistema de pensiones. En 1992, el presidente Carlos Salinas de Gortari introdujo el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), que transfirió la responsabilidad de la administración de fondos de pensiones a entidades privadas.
La reforma de 1997, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, y la de 2007, bajo la administración de Felipe Calderón, profundizaron la privatización de las pensiones, estableciendo regímenes de aportaciones definidas y capitalización individual. Estas medidas perjudicaron a los trabajadores, transfiriendo riesgos y responsabilidades a los mercados financieros.
La propuesta de reforma presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador refleja su compromiso con la justicia social y la restitución de los derechos laborales de los trabajadores mexicanos. Sin embargo, también enfrenta desafíos en términos de sostenibilidad financiera y críticas sobre su viabilidad a largo plazo.
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