Sin importar su lugar de residencia, todos los niños de Ucrania —cerca de siete millones de menores que han permanecido en sus hogares, y el millón y medio que se han convertido en desplazados internos— se enfrentan a un panorama que ya no solo incluye los constantes ataques de Rusia, sino también el riesgo de congelación, riesgos sanitarios, falta de educación y escasez de alimentos, entre otras amenazas.
Esta fue una de las conclusiones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que hizo un llamado de atención sobre la situación crítica de las infancias ucranianas.
“Los niños no sólo se enfrentan a un frío extremo, sino que son incapaces de aprovechar las posibilidades del aprendizaje en línea, el único medio de acceder a la educación entre tantas escuelas dañadas o destruidas”, fue parte del comunicado.
En el área de salud, los hospitales se encuentran sin servicio eléctrico y de agua, lo que los inhabilita para proporcionar cuidados mayores, pero también servicios de prevención como las vacunas. Esta situación, aunada a las bajas temperaturas aumentan exponencialmente el riesgo de enfermedades como neumonía, gripe, enfermedades de origen hídrico y Covid.
Hasta hace unas semanas, la comunicación con familiares y el entretenimiento en línea eran algunas de las actividades que mitigaban el estrés de la guerra y sus consecuencias entre los niños, pero desde que Rusia puso a la infraestructura energética entre sus objetivos, ha dejado de ser una opción.
“Los menores están poniendo en peligro su salud física y mental”, dijo la directora general de Unicef Catherine Russell. “Millones de niños se enfrentan a un invierno sombrío acurrucados en el frío y la oscuridad, con poca idea de cómo o cuándo puede llegar el respiro”, puntualizó, a la vez que recalcó que “las reglas de la guerra son claras: se debe proteger a los niños y la infraestructura esencial de la que dependen para sobrevivir”.
Navidad bajo las balas. Las fiestas invernales tampoco representan una esperanza para los niños ucranianos, toda vez que el Kremlin informó que no se planea ninguna tregua durante este mes.
“No se ha recibido ninguna propuesta de nadie y este tema no está en la agenda”, dijo
Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa, a los medios de comunicación rusos.
El vocero del Kremlin tampoco quiso adelantar una fecha para el discurso anual del presidente Vladímir Putin a las dos cámaras del Parlamento ruso, y que no ha tenido lugar en todo este año.
A la deriva. Al menos un millón y medio de niños han perdido sus hogares y viven con familiares o en refugios.
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