La única salida para resolver la aguda crisis política en Venezuela es la realización de elecciones generales de inmediato y para ello llegó el momento de la “negociación definitiva”, afirmó este sábado el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
En un nuevo mensaje en video, Almagro señaló que el elevado número de muertos durante las protestas en Venezuela es resultado “de un régimen que se obstina en no reconocer que la única salida viable a la crisis en que sumió al país es convocar a elecciones generales ya”.
En la opinión de Almagro, llegó el momento de “la negociación definitiva para acordar los términos del restablecimiento de la democracia”.
“Es la hora de que desde la Comunidad regional contribuyamos a acordar con los representantes del régimen, la reinstitucionalización y el regreso de la democracia a Venezuela. El proceso de diálogo anterior fracasó por no ser consciente de la necesidad de redemocratización que tiene el país”, apuntó.
Oposición y gobierno se acusan mutuamente de la violencia en las protestas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que en seis semanas dejan un saldo de 47 muertos.
Es hora que desde la comunidad internacional contribuyamos a acordar con el régimen la reinstitucionalización de #Venezuela@OEA_oficialpic.twitter.com/BA1UaluP0b
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 20 de mayo de 2017
Después de dos años de creciente tirantez entre Almagro y el gobierno en Caracas, la delegación de Venezuela inició formalmente el 28 de abril el proceso de salida de la OEA, que tomará dos años para completarse.
Por su parte, el Consejo Permanente de la OEA convocó a una reunión de consulta a nivel de cancilleres, a realizarse en Washington el 31 de mayo, precisamente para discutir opciones ante la situación en Venezuela.
Según la Carta de la OEA, el objetivo de la reunión de ministros es “considerar problemas de carácter urgente y de interés común para los Estados americanos, y para servir de órgano de consulta”.
Pero Caracas denuncia un intento de injerencia en sus asuntos internos y rechaza cualquier mediación de la OEA, prefiriendo acudir a la Celac, que agrupa a todos los países del continente menos Estados Unidos y Canadá.