Una guerra con apoyo eclesiástico

6 de Octubre de 2024

Una guerra con apoyo eclesiástico

Promo_565_¿Por qué la iglesia de Rusia respalda la guerra de Putin_

El nombramiento de Cirilo I como patriarca de la Iglesia Ortodoxa ha dado más poder a Putin y justificado el conflicto bélico actual

Al interior de Rusia, instituciones de gobierno y sociedad civil apoyan la invasión y guerra a Ucrania, y una de estas organizaciones es la Iglesia Ortodoxa del país, lo que le ha valido señalamientos de haberse convertido en un brazo del Estado.

Fue al inicio de la Cuaresma, cuando el patriarca Cirilo I justificó las acciones bélicas de Rusia y las describió como “una lucha entre el bien y el mal” en la que su país representa las fuerzas de lo que está correcto contra la perversión de Occidente. Sus palabras, fueron rechazadas por representantes de otras iglesias ortodoxas, e incluso algunos ciudadanos rusos pidieron que condenara la invasión a Ucrania por parte del Ejército ruso. “La Iglesia no puede participar en el conflicto, sólo puede ser una fuerza pacificadora”, declaró más tarde durante un encuentro con Giovanni D’Agnello, nuncio apostólico en Rusia.

La cooperación entre la Iglesia Ortodoxa y el Estado se trata de un apoyo relativamente nuevo; tras la disolución de la Unión Soviética, los líderes religiosos enfrentaron una dura competencia de nuevas fuerzas, especialmente la cultura de consumo occidental y los misioneros evangélicos estadounidenses, señaló el portal The Conversation. Y aunque se mantuvieron alejados de los ideales políticos, el reforzamiento de la identidad rusa impulsado por el presidente Vladímir Putin en los últimos años ha usado la doctrina religiosa como uno de sus pilares.

El nombramiento de Cirilo I como patriarca en 2009 terminó de asegurar la devolución de la propiedad de la iglesia del estado, la instrucción religiosa en las escuelas públicas y los capellanes militares en las fuerzas armadas.

Otras de las acciones de Cirilo I a favor de Putin fue en 2011, cuando se suscitaron diversas protestas por la postulación de Putin para un tercer mandato con el apoyo y respaldo del líder ortodoxo. Al año siguiente, una protesta de la agrupación punk Pussy Riot en contra de la cooperación entre Cirilo I y el presidente unió más la alianza y el apoyo mutuo; una dinámica que ha perdurado hasta ahora.