Hace una semana cenaron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, en Palacio Nacional.
El tema central fue la consulta popular que canceló la obra de Constellation Brands en Mexicali y tiró una inversión de mil 500 millones de dólares. Romo parecía haber sido suficientemente persuasivo pues, dicen los que saben, don Andrés reevaluó lo sucedido y comentó que la Secretaría de Gobernación buscaría cómo revertir la consulta.
Ese ánimo debió durar muy poco, pues el fin de semana don Andrés viajó a Mexicali, donde defendió la consulta y el mandato de la gente. Dicen los que saben que don Alfonso se reunió con ejecutivos de la cervecera el martes, pero no había muchas razones para el optimismo.