A pocos días de que se realice el funeral de la Reina Isabel II, al que los líderes más importantes del mundo han confirmado su presencia, el papa Francisco anunció que no asistirá, y en su representación estará Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y Organizaciones Internacionales del Vaticano. Se trata de un ministro de Relaciones Exteriores de la Santa Sede y miembro del servicio diplomático papal desde 1984.
Pero mientras el papa anunció su inasistencia, otras personalidades se han sumado al último adiós a la reina. Tal es el caso del exfutbolista inglés David Beckham, quien se unió a la fila de hasta seis kilómetros que se ha formado para despedir a la monarca más longeva del Reino Unido en Westminster. Poco antes de ofrecer sus condolencias, el atleta pudo apreciar el cambio de guardia alrededor del féretro, y más tarde, declaró a medios que “el silencio y la atmósfera en la sala son muy difíciles de explicar, pero todos estamos aquí para dar las gracias a su majestad por ser tan amable, cariñosa y reconfortante a lo largo de los años”.
De nueva cuenta, los hijos de la reina Isabel II realizaron la “vigilia de los príncipes”, en la que se volvió a integrar la princesa Ana del Reino Unido junto a sus hermanos el rey Carlos III, el príncipe Andrés de York y el príncipe Eduardo de Wessex. Por un lapso de 12 minutos, los príncipes subieron ceremoniosamente los peldaños sobre los que está situado el catafalco y se colocaron a sus cuatro costados, de espaldas al féretro.
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