Un balón a prueba de todo
El Mundial de futbol se mantiene como el mejor negocio de la historia del deporte, pese a que no lo es tanto para la FIFA, debido a los escándalos de corrupción
El gran negocio del futbol en el mundo no lo es para la FIFA. No al menos en esta Copa del Mundo y tampoco en la que seguirá. Y todo porque la política de otorgar la sede del Mundial a países emergentes, como Rusia este año y Qatar dentro de cuatro, resultó una mala idea para las finanzas de la poderosa Federación Internacional de Futbol… aunque no tanto para los bolsillos de sus patrocinadores. 5.7 mil millones de dólares genera la Copa del Mundo para la FIFA de 2015 a 2018. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, informó, como parte de la transparencia con la que ahora manejan el negocio, que Rusia 2018 generará ingresos por casi 5.7 mil millones de dólares, de los que la televisión proporcionará más de la mitad, en un ciclo de cuatro años. Pero, como ganancias, la FIFA sólo meterá a sus arcas 100 millones de dólares. Eso representa menos de la tercera parte de lo que generó Brasil 2014 y menos de la sexta parte de lo que ganó por Sudáfrica 2010. 100 millones de dólares de ganancias netas obtendrá la FIFA en estos cuatro años. La FIFA ha venido eligiendo economías emergentes, en un discurso de promoción del deporte alrededor del Mundo. Cuando la realidad salió al descubierto, 40 mandos de la organización terminaron con procesos judiciales en Estados Unidos y sus máximos jerarcas fueron hundidos en el descrédito, junto con la reputación de la multinacional. Se benefició a los países que pagaron los mejores sobornos, unos 100 millones de dólares, y eso, de los que se sabe. 3.2 millones de espectadores vieron los 64 partidos de Brasil 2014. Esto ocasionó que la FIFA sufriera el abandono de varios de sus principales patrocinadores: la japonesa Sony, la británica Castrol, la alemana Continental, la aerolínea Emirates y la estadounidense Johnson & Johnson, que dieron paso a empresas rusas, chinas y qataríes, cuyo impacto en la economía mundial es menos relevante.
Para una marca como la china Hisense, patrocinador que reemplazó a Sony, la oportunidad de capitalizar el evento es enorme: calculan que la exposición que les dará la Copa los ayudará a entrar como una marca trascendente en 200 nuevos mercados en el orbe. 1000 millones de espectadores vieron la Final de Brasil 2014; más del doble que las últimas cuatro ediciones del Super Bowl juntas. La solución para la FIFA ya está lista: El Mundial de 2026 admitirá por primera vez a 48 equipos, lo que incrementará los ingresos al menos en un 35%, y esa cifra puede ser aún mayor con la diversidad de negocios que se prevén podrán hacerse en los nuevos medios de comunicación existentes y por existir. Infantino trató de que Qatar admitiera a los 48 equipos desde 2022, pero el emirato se negó. 100 millones de dólares en sobornos y dinero desviado es el monto del escándalo de corrupción de la FIFA descubierto por el FBI. Más allá del golpe en las finanzas de la empresa deportiva más grande del planeta, el futbol está demostrando que la fortaleza de su modelo es tan grande que ha podido resistir el escándalo de corrupción de la banda liderada por Joseph Blatter y sus camaradas, y al menos para sus patrocinadores y todo el ecosistema que se beneficia del Mundial de Futbol, el negocio está más floreciente que nunca.