La Unión Europea (UE) abordará su apoyo a la investigación de posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania con el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) en los próximos dos días, informó el sábado la Comisión Europea.
Karim Khan, el fiscal del tribunal con sede en La Haya, se reunirá el domingo con el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en Luxemburgo, y luego participará en una cita con los ministros de Relaciones Exteriores del bloque el lunes.
Estas reuniones buscan marcar el apoyo contundente de la UE -también expresado en el comunicado del G7 el jueves- a las investigaciones sobre posibles atrocidades cometidas en Ucrania, sobre todos después de las decenas de cadáveres descubiertos en Bucha, un ciudad cercana a Kiev.
Ucrania y algunos países vecinos del bloque europeo señalan a Rusia -cuyas tropas ocuparon Bucha antes del hallazgo de los cadáveres- y la acusan de crímenes de guerra, algo que el gobierno ruso niega.
Los altos dirigentes de la UE han sido más prudentes, observando el debido proceso, y afirmando que prefieren esperar los resultados de las investigaciones conducidas por la fiscalía ucraniana con la ayuda de la CPI, el comisionado de la ONU para los Derechos Humanos e instituciones europeas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que visitó Bucha el viernes junto a Borrell, dijo el sábado al final de su visita a Ucrania: “Si esto no es un crimen de guerra, ¿qué es un crimen de guerra?”.
Sin embargo, matizó sus declaraciones afirmando que debe llevarse a cabo una investigación rigurosa para que cualquier futura acusación se sostenga ante los tribunales.
La UE entregará 7,5 millones de euros (8,2 millones de dólares) para entrenar a los fiscales ucranianos en la investigación de posibles crímenes de guerra.
Las indagaciones sobre la responsabilidad en posibles crímenes de guerra se intensificaron el viernes tras un bombardeo contra una estación de trenes atestada de civiles que intentaban huir del este de Ucrania ante la amenaza de una ofensiva rusa. Este ataque dejó 52 muertos.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también señaló que su equipo recibió “testimonios creíbles de que las fuerzas armadas rusas usaron bombas de racimo en zonas pobladas”. MAAZ
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