Lo que prometía ser una de las transacciones comerciales más importantes de los últimos años se ha convertido en una demanda que podría involucrar miles de dólares. Se trata del retiro de la oferta de Elon Musk para comprar Twitter, lo que ha ocasionado una batalla judicial que se llevará a cabo durante octubre.
Fue este viernes 8 de julio cuando el empresario confirmó lo que ya se sospechaba al menos desde mayo: que había decidido cancelar el acuerdo debido a información “falsa y engañosa” sobre la empresa y el número de bots y cuentas automatizadas que tiene. En respuesta, la junta directiva de Twitter anunció una demanda para hacer cumplir los términos del acuerdo.
La decisión que tomó este martes la jueza estadounidense Kathaleen McCormick durante una audiencia preliminar podría representar una primera victoria para la red social, toda vez que había solicitado un juicio acelerado de cuatro días. Sin embargo no aclaró si obligará a Elon Musk a comprar la compañía por el precio inicial de 44 mil millones de dólares o si permitirá que pague una indemnización por incumplir un trato legal. El litigio estará en manos de la Corte de Chancery, en el pequeño estado de Delaware, Estados Unidos, que se especializa en derecho empresarial.
Agravantes. Twitter anteriormente ya enfrentaba dificultades para hacer crecer su base de usuarios y su negocio de publicidad antes de que Musk se involucrara.
La incertidumbre que ha generado la amenaza del empresario de retirarse del trato de compra venta “inflige daño en Twitter cada hora de cada día”, dijo en la audiencia Bill Savitt, el principal abogado de Twitter, mientras que el equipo legal de Musk argumentó que necesitan más tiempo para investigar sus preocupaciones sobre las cifras de usuarios de Twitter, por lo que no se debe llevar a cabo un juicio antes de febrero.
Los expertos anticipan que habrá que analizar “montañas de datos” para demostrar, como afirma Musk, que la plataforma tiene muchas más cuentas automatizadas y de spam que el 5% oficial que ha presentado.
Por su parte, el empresario ha aprovechado su perfil de Twitter para seguir insistiendo con la presencia de bots dentro de la red de microblogging —un argumento que los dueños de la empresa han calificado como “pretexto”—, aunque sin hacer mención alguna a la demanda.
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